Dos años antes del estallido de la pandemia de coronavirus, los científicos del Instituto de Virología de Wuhan planearon realizar un estudio en cuevas de murciélagos para liberar partículas de coronavirus mejoradas en el aire e infectar a los murciélagos, inoculándolos así contra enfermedades que podrían saltar a los humanos, según revelan los documentos filtrados publicados por The Telegraph el martes.
Los documentos -confirmados como auténticos por un antiguo funcionario de la administración Trump- fueron publicados por Drastic, un equipo de investigación basado en la web que fue creado por científicos de todo el mundo para investigar los orígenes del COVID-19.
Aunque no está claro si los científicos siguieron adelante con el estudio, los documentos revelan que 18 meses antes de que estallara la pandemia en Wuhan -y de que se extendiera al resto del mundo- los científicos hicieron una petición formal para liberar “nanopartículas penetrantes en la piel… de coronavirus de murciélago en murciélagos de cueva”, según el documento.
El equipo, que incluía también a científicos de Estados Unidos, planeaba crear virus genéticamente mejorados que pudieran infectar a los humanos con mayor facilidad y solicitó 14 millones de dólares para financiar el proyecto.
Cabe señalar que este tipo de estudios son habituales y suelen realizarse para conocer las capacidades de los virus y permitir a los países prepararse con antelación para posibles brotes.
Sin embargo, el hecho de que los científicos hayan planeado liberar partículas de coronavirus modificadas deliberadamente añade credibilidad a la creencia de que el COVID-19 no ha mutado por sí solo a partir de cepas anteriores.
La preocupación de que los científicos de China pudieran ser responsables del brote de la pandemia llevó a la administración Biden a iniciar una investigación sobre los orígenes del COVID-19 hace varias semanas.