China se abstendrá de vender armas a cualquier bando en el conflicto en Ucrania, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores del país, ante las preocupaciones de que Pekín pudiera apoyar militarmente a Rusia.
Neutralidad en el conflicto
A pesar de respaldar a Rusia en aspectos políticos, retóricos y económicos, China asegura mantenerse neutral en la guerra de Ucrania. Qin Gang, ministro de Asuntos Exteriores, ha sido el funcionario chino de mayor rango en hacer una declaración tan explícita sobre la venta de armas a Rusia.
Qin también señaló que China regulará la exportación de artículos con doble uso civil y militar, y reiteró la disposición del país para colaborar en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto.
Tensiones en Taiwán
En la misma conferencia de prensa, Qin culpó al gobierno de Taiwán del aumento de las tensiones regionales, tras los ejercicios militares a gran escala realizados por Pekín en un intento de intimidar a la isla que reclama como territorio propio.
La Casa Blanca celebró la promesa de Qin de que China no suministrará armas a Rusia, pero expresó cierta inquietud, mientras que líderes europeos lanzaron advertencias similares sobre el apoyo de Pekín a Rusia durante la invasión.
El papel de China en la ONU
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, también destacó el papel de China como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, afirmando que tenía una responsabilidad especial en ayudar a poner fin al conflicto.
Baerbock cuestionó por qué China no ha instado a Rusia, el agresor, a detener la guerra y permitir que la gente de Ucrania viva en paz.
China y Rusia, aliados en aumento
La visita a Moscú del líder chino Xi Jinping el mes pasado subrayó que Pekín se está convirtiendo en el socio principal de Rusia, proporcionándole un salvavidas económico y cobertura política. La próxima semana, el ministro de Defensa chino, general Li Shangfu, visitará Rusia para reunirse con su homólogo Sergei Shoigu y otros responsables militares.
Política en torno a Taiwán
Bajo el nacionalismo de Xi, China ha endurecido su retórica en relación a Taiwán, que se separó de China continental en 1949. Las tensiones en torno a la isla aumentaron significativamente después de que China desplegara buques y aviones de combate cerca de Taiwán en respuesta a una reunión entre líderes estadounidenses y la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen.
Qin atribuyó las tensiones a la búsqueda de independencia por parte del gobierno de Taiwán y sus aliados extranjeros. Baerbock advirtió que un conflicto en el estrecho de Taiwán, por donde pasa gran parte del comercio internacional, provocaría un desastre global.
Resolución pacífica y respeto al statu quo
Baerbock hizo hincapié en que los conflictos deben resolverse pacíficamente y que un cambio unilateral del statu quo no sería aceptable para Europa. No obstante, Qin rechazó estas preocupaciones, alegando que Taiwán es un “asunto interno de China”.
Qin enfatizó que la independencia de Taiwán y la paz no pueden coexistir, lo que deja entrever el delicado equilibrio que se mantiene en la región y la necesidad de encontrar soluciones diplomáticas para preservar la estabilidad y evitar una escalada de conflictos.