La policía de Chipre ha acusado formalmente a un hombre azerí bajo la sospecha de que planeaba llevar a cabo asesinatos por encargo de israelíes residentes en Chipre, según informó el martes un funcionario de las fuerzas del orden.
El funcionario dijo que el sospechoso, de 38 años de edad, será juzgado el próximo mes por ocho cargos, entre ellos conspiración para cometer un asesinato, pertenencia a una empresa criminal y posesión ilegal de armas de fuego y munición. El sospechoso también se enfrenta a un cargo relacionado con el terrorismo.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a dar detalles sobre el caso, dijo que la detención del azerí el mes pasado, durante la cual se encontró una pistola en su poder, llegó en el “momento justo”, ya que la policía cree que estaba a punto de llevar a cabo los asesinatos.
La policía había actuado a partir de un dato sobre las actividades del sospechoso procedente de una “agencia extranjera”, dijo el funcionario.
Al parecer, los presuntos objetivos eran hombres de negocios que trabajaban en Chipre. Según el funcionario, el sospechoso tenía otros cinco presuntos cómplices que reclutó en la isla -cuatro repartidores de comida rápida paquistaníes y un libanés– que también serán juzgados por los mismos cargos.
Al menos dos pistolas incautadas por la policía han sido vinculadas al hombre azerí. Una de las armas fue entregada a la policía por el sospechoso libanés.
El funcionario dijo que el hombre azerí había vivido a ambos lados de la división étnica de Chipre y que a menudo se movía entre el norte turcochipriota escindido y el sur grecochipriota reconocido internacionalmente.
El funcionario dijo que el sospechoso ha negado toda implicación en el caso. Las autoridades han mantenido en secreto los procedimientos judiciales, prohibiendo la asistencia de los periodistas y sin dar ninguna información sobre el caso. Los juicios de los seis sospechosos se celebrarán a puerta cerrada.
El mes pasado, la oficina del primer ministro Naftali Bennett calificó las presuntas acciones de los azeríes como “un acto de terror orquestado por Irán contra los empresarios israelíes que viven en Chipre”.
El multimillonario israelí-chipriota Teddy Sagi fue nombrado como uno de los empresarios a los que se dirigía el supuesto complot.
Sagi, de 49 años, es el fundador de la empresa de software de juegos de azar Playtech y es propietario de Camden Market en Londres. Comparte su tiempo entre el Reino Unido, Chipre e Israel. Según Forbes, tiene una fortuna de 5.600 millones de dólares, lo que le convierte en la cuarta persona más rica de Israel.
Sin embargo, poco después de que saliera a la luz la noticia, Sagi restó importancia al incidente, diciendo entonces que la dramática investigación en Nicosia no tenía “nada que ver” con él.