BERLÍN – Cinco alemanes han sido acusados de traición por un complot de extrema derecha para derrocar al gobierno que incluía planes para secuestrar al ministro de Sanidad, según informó el lunes la fiscalía.
Los cuatro hombres y una mujer fueron detenidos en los últimos meses en relación con el complot, y el ministro alemán de Sanidad, Karl Lauterbach -popular entre los grupos de extrema derecha por las medidas anti-Covid-, confirmó que era el objetivo.
Fueron acusados el 16 de enero y se enfrentan a cargos que van desde la fundación de un grupo terrorista nacional a la preparación de un acto de traición y la violación de las leyes sobre armas, dijo la fiscalía federal.
El grupo pretendía “desencadenar condiciones similares a una guerra civil en Alemania por medio de la violencia… para provocar el derrocamiento del gobierno y de la democracia parlamentaria”, afirmó en un comunicado.
Los sospechosos aceptaron que el intento de derrocamiento podría causar víctimas mortales, añadió.
Dijo que la ideología del grupo estaba “moldeada” por la mujer acusada -identificada sólo como Elisabeth R.- y se centraba en la creencia de que el Estado alemán moderno no era legítimo.

En su lugar, afirmaban que el Imperio Alemán del siglo XIX era el verdadero sistema de gobierno del país y que debía restablecerse un orden de gobierno autoritario.
Sus creencias coinciden con las del movimiento de extrema derecha Reichsbuerger (Ciudadanos del Reich), que rechaza las instituciones democráticas de Alemania y ha atraído a un número creciente de seguidores.
Brazos militares y administrativos
Los cinco miembros se organizaron en brazos “militares” y “administrativos” para planear el golpe, según los fiscales.
Se trataba de provocar un “apagón nacional de larga duración dañando o destruyendo importantes instalaciones de suministro eléctrico” y, a continuación, secuestrar a Lauterbach, matando a sus guardaespaldas si era necesario.
A continuación, se convocaría una asamblea especial en Berlín para deponer públicamente al gobierno y nombrar un nuevo líder, según los fiscales.
Habían buscado apoyo a través de la aplicación de mensajería Telegram.
Uno de los acusados, Sven B., iba a dirigir el secuestro de Lauterbach, mientras que Thomas O. exploraba zonas como parte de los planes para provocar apagones y obtenía mapas de la infraestructura eléctrica, dijeron los fiscales.

Los dos hombres también intentaron conseguir explosivos, que querían importar de la antigua Yugoslavia, y Thomas O. fue detenido tras conseguir fusiles de asalto, pistolas y munición.
Elisabeth R., junto con otras tres personas, se encargaba de reclutar a posibles miembros.
“Insistió en la rápida puesta en marcha del plan y nombró repetidamente fechas concretas”, dijeron los fiscales.
En diciembre se descubrió otro grupo de extrema derecha que planeaba derrocar al gobierno -incluidos un ex diputado y un aristócrata-, aunque las autoridades no han vinculado ese grupo con el que planeaba secuestrar a Lauterbach.