La decisión de Australia de reconocer un Estado palestino en la Asamblea general de la ONU se aparta de décadas de consenso bipartidista sobre el futuro de Israel, según Daniel Aghion, presidente del Consejo Ejecutivo de la Judería Australiana. Aghion señaló que Australia reconoce un estado sin fronteras acordadas, sin gobierno efectivo ni capacidad para convivir en paz con sus vecinos. Esta postura elimina cualquier presión diplomática para que los palestinos resuelvan la guerra, afirmó.
El anuncio constituye, para Aghion, una traición y abandono hacia los rehenes israelíes que permanecen en Gaza en condiciones precarias sin acceso a la Cruz Roja. Consideró que esta decisión genera en Israel un sentimiento de agravio y abandono, mientras envía a Hamás y otros grupos islamistas el mensaje de que la violencia masiva puede lograr transformaciones políticas. La comunidad judía australiana no se sorprendió por el anuncio, ya que anticipaba esta medida por declaraciones públicas y compromisos privados del gobierno, señaló Aghion.
En Australia, la comunidad judía de 120.000 personas responsabiliza al primer ministro Anthony Albanese y a su gobierno por no controlar el aumento de ataques antisemitas y la retórica violenta en todo el país. Estos hechos agravan la situación social y generan preocupación entre los representantes de la comunidad judía.