Hackers de Corea del Norte intentaron acceder ilegalmente a los sistemas informáticos de AstraZeneca en las últimas semanas, según ha informado Reuters, citando a dos personas que se dice están familiarizadas con la situación.
Los hackers supuestamente se hicieron pasar por reclutadores, e intentaron entrar en los sistemas de la empresa mediante un código malicioso oculto en falsas descripciones de puestos de trabajo enviadas por LinkedIn y WhatsApp a los empleados de la empresa.
Los ataques de los hackers, que se cree que fracasaron, supuestamente buscaban dirigirse a un “amplio conjunto” de personal, incluido el personal que trabaja en la investigación relacionada con el coronavirus de AstraZeneca.
Las fuentes dijeron que la atribución del ataque de hacking a Corea del Norte se basaba en descripciones previas de las herramientas y técnicas que los funcionarios de EE.UU. y otros han alegado que son utilizadas por Pyongyang. Tres fuentes citadas por la agencia de noticias dijeron que la actividad de hacking norcoreana ha pasado recientemente de tener como objetivo los medios de comunicación y el complejo militar-industrial a la investigación de coronavirus.
Los funcionarios norcoreanos no han comentado las últimas demandas de hacking, pero previamente han desestimado todas las acusaciones contra ellos.
Ataques de hacking norcoreanos
Los reclamos de piratería informática relacionados con Covid siguen a una serie de informes de los últimos meses sobre la supuesta piratería de la investigación occidental sobre vacunas por parte de actores que van desde Rusia y China hasta Irán. Los tres países han negado de manera similar las acusaciones, y en algunos casos señalaron el estado avanzado de sus preparaciones para una vacuna en comparación con sus análogos occidentales.
Estados Unidos, aliados europeos, Corea del Sur, Israel y otros países han acusado repetidamente a Corea del Norte de participar en una amplia campaña de piratería informática dirigida a todo tipo de entidades, desde redes privadas hasta gobiernos, ejércitos, instituciones financieras, medios de comunicación, empresas de entretenimiento, infraestructuras críticas y empresas de transporte internacional.
Los hackers norcoreanos han sido acusados de una serie de actividades nefastas en los últimos años, incluyendo la piratería masiva y la fuga de correos electrónicos de Sony Pictures en 2014, el robo de decenas de millones de dólares del Banco Central de Bangladesh en 2016, y la participación en los ataques de rescate WannaCry 2.0 en 2017.