Corea del Norte dijo el miércoles que probó con éxito un nuevo misil hipersónico que dio a entender que estaba siendo desarrollado con capacidad nuclear, mientras continúa ampliando sus capacidades militares y presionando a Washington y Seúl sobre las negociaciones, estancadas desde hace tiempo, sobre sus armas nucleares.
La prueba de misiles de la madrugada del martes fue la tercera ronda de lanzamientos de Corea del Norte este mes y tuvo lugar poco antes de que el enviado de Corea del Norte ante la ONU acusara a Estados Unidos de hostilidad y exigiera a la administración del presidente estadounidense Joe Biden el fin permanente de las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur y el despliegue de activos estratégicos en la región.
Una foto publicada en los medios de comunicación estatales de Corea del Norte mostraba un misil montado con una carga útil con aletas y forma de cono que se elevaba en el aire entre llamas de color naranja brillante. La Agencia Central de Noticias oficial de Corea dijo que el misil durante su primera prueba de vuelo cumplió con los requisitos técnicos clave, incluyendo la estabilidad de lanzamiento y la maniobrabilidad y las características de vuelo de la “ojiva hipersónica desprendida”.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur consideró que el misil se encontraba en una fase temprana de desarrollo y dijo que Corea del Norte necesitaría “un tiempo considerable” para poder desplegarlo operativamente.
El anuncio del Norte se produjo un día después de que los ejércitos de Corea del Sur y Japón dijeran que habían detectado a Corea del Norte disparando un misil en su mar oriental. El Comando Indo-Pacífico de EE.UU. dijo que el lanzamiento puso de manifiesto “el impacto desestabilizador del programa de armas ilícitas (de Corea del Norte)”.
En un informe separado, la KCNA dijo que el parlamento norcoreano abrió una sesión el martes y discutió asuntos internos como las políticas económicas y la educación de los jóvenes y que las reuniones continuarían. Algunos expertos especulan que el Norte podría utilizar la sesión para abordar el estancamiento de la diplomacia nuclear, pero el informe de los medios estatales no mencionó ningún comentario hacia Washington y Seúl.
En una reunión del partido gobernante celebrada en enero, el líder Kim Jong Un mencionó los vehículos hipersónicos de planeo, que se lanzan desde un cohete antes de deslizarse hacia un objetivo, entre una lista de deseos de sofisticados activos militares. La KCNA describió el nuevo misil como una importante adición al armamento “estratégico” del país, dando a entender que el sistema se está desarrollando para lanzar armas nucleares.
El informe también dijo que la prueba confirmó la estabilidad de la cápsula de combustible del misil, indicando una tecnología para añadir propulsor líquido de antemano y mantenerlo listo para el lanzamiento durante años. Un funcionario norcoreano también dijo que Pyongyang planeaba ampliar el sistema a todos sus misiles de combustible líquido.
Los misiles de combustible líquido son más vulnerables que los de combustible sólido, ya que deben ser alimentados por separado y transportados a los lugares de lanzamiento con camiones que pueden ser vistos por los satélites enemigos u otros medios militares.
Kim Dong-yub, profesor de la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl, dijo que Corea del Norte está tratando de mejorar la movilidad de estas armas.
La semana pasada, Corea del Norte hizo ofertas para mejorar las relaciones con Corea del Sur bajo ciertas condiciones, aparentemente volviendo a su patrón de mezclar demostraciones de armas con propuestas de paz para obtener concesiones externas.
Las negociaciones sobre su programa nuclear están estancadas desde febrero de 2019. Corea del Norte ha exigido el levantamiento de las sanciones lideradas por Estados Unidos mientras insiste en que tiene derecho a las armas nucleares. Los funcionarios estadounidenses han dejado claro que las sanciones se mantendrán hasta que el Norte dé pasos concretos hacia la desnuclearización.
En sus últimos discursos políticos, Kim Jong Un ha prometido reforzar su programa nuclear como medida de disuasión para Estados Unidos. Su gobierno ha rechazado hasta ahora la oferta de la administración Biden de reanudar las conversaciones sin condiciones previas, afirmando que Washington debe abandonar primero su “política hostil”, término que Corea del Norte utiliza principalmente para referirse a las sanciones y a los ejercicios militares conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur que el Norte considera un ensayo de invasión.
La influyente hermana de Kim se puso en contacto con Seúl en dos ocasiones la semana pasada, diciendo que su país estaba abierto a reanudar las conversaciones y a dar pasos de reconciliación si se cumplían las condiciones.
Los analistas afirman que Corea del Norte está utilizando el deseo de compromiso intercoreano del Sur para presionar a Seúl con el fin de obtener concesiones de Washington en nombre de Kim, mientras éste renueva su intento de aprovechar sus armas nucleares para obtener beneficios económicos y de seguridad muy necesarios.
La exhibición de armas de Corea del Norte también podría tener como objetivo apuntalar la unidad interna, ya que Kim se enfrenta a lo que quizá sea su momento más difícil, a punto de cumplir una década en el poder, con el cierre pandémico de las fronteras que desata una nueva conmoción en una economía maltratada por las sanciones y décadas de mala gestión.
Los expertos afirman que el Norte probablemente continuará con su actividad de pruebas en los próximos meses mientras intensifica su campaña de presión, al menos hasta que China comience a presionar por la calma antes de los Juegos Olímpicos de Pekín a principios del próximo año.