A lo largo de la pandemia, el régimen de Corea del Norte ha estado afirmando que no ha sufrido ningún caso de coronavirus. Muy pocas personas que siguen la salud pública o a Corea del Norte lo creen, pero el régimen lo ha dicho repetidamente de todos modos. Esto es así a pesar de que Corea del Norte comparte frontera con China, que se ha visto especialmente afectada por el virus. Numerosos informes indican que el régimen no tiene ninguna estrategia concreta para combatir la pandemia.
“Las noticias sobre países que vacunan a su población o sobre la vuelta a la normalidad rara vez, o nunca, se transmiten dentro de Corea del Norte, quizá por temor a que puedan desencadenar el resentimiento contra el régimen por su incapacidad para asegurar las vacunas”, escribió Pratik Jakhar, de BBC Monitoring, en un artículo de opinión publicado por Foreign Policy el mes pasado. “En cambio, el aparato de propaganda ha sido inusualmente rápido en informar sobre el aumento de los casos en el extranjero y la propagación de las variantes de COVID-19”.
Y ahora, han vuelto a afirmar que hay cero casos.
Según NK News, el régimen norcoreano afirmó en su último informe a la Organización Mundial de la Salud que había realizado pruebas a 1.368 personas entre el 27 de agosto y el 9 de septiembre, sin que hubiera ningún caso positivo en ese tiempo.
El anuncio se produjo después de que Corea del Norte celebrara su último desfile de aniversario que, según ABC News, contó con “soldados con trajes naranja brillante para materiales peligrosos y máscaras de gas”.
“Todos esos tipos con trajes rojos para materiales peligrosos, que eran realmente llamativos, no iban dirigidos a nosotros, iban dirigidos al pueblo norcoreano diciendo básicamente que el régimen tiene esto bien controlado porque obviamente no lo tiene”, Gordon Chang, autor de “El enfrentamiento nuclear: Corea del Norte se enfrenta al mundo”, declaró a ABC News.
Gran parte de la reacción de los medios de comunicación estadounidenses a ese desfile fue señalar que el líder norcoreano Kim Jong un “robó el espectáculo”, incluyendo comentarios sobre su elegante traje y su continua pérdida de peso.
“Kim Jong Un todavía se las arregló para acaparar los focos al lucir más delgado y con más energía que en años. Durante el evento a última hora del miércoles, Kim, con un traje de color crema y una corbata blanca brillante, salió cuando el reloj marcaba la medianoche”, dijo CBS News sobre el desfile. “Sonrió en respuesta a los estruendosos aplausos de los artistas y espectadores que llenaban la brillantemente iluminada plaza Kim Il Sung de Pyongyang, que lleva el nombre de su abuelo, el fundador del país”.
El New York Post señaló que Kim había “mostrado [su] nuevo cuerpo en el desfile de Corea del Norte”, al tiempo que observaba que Corea del Norte no había mostrado ningún misil en el desfile. El régimen lanzó entonces múltiples misiles la semana siguiente.
Mientras tanto, en Fox News esa semana, la colaboradora Rachel Campos-Duffy señaló que Kim tenía “mejor aspecto que nuestro presidente”, antes de que otro presentador de esa cadena especulara que el hombre del desfile no era realmente Kim, sino un impostor.