Saif al-Islam Gadafi, hijo del difunto dictador libio Muammar Gadafi, anunció el domingo 14 de noviembre su candidatura a las próximas elecciones presidenciales del país.
El anuncio de Gadafi fue muy controvertido, dados sus vínculos con las atrocidades cometidas bajo el gobierno de su padre. Aunque el joven Gadafi se formó en la London School of Economics y fue percibido inicialmente como un posible reformista, se distanció de muchos libios cuando se puso del lado de su padre durante la represión de los manifestantes civiles durante la Primavera Árabe de 2011. Por sus acciones durante ese periodo, también es buscado por la Corte Penal Internacional, lo que plantea dudas sobre cómo podría gobernar y dirigir la política exterior libia si es elegido.
Hasta ahora, el principal rival de Gadafi para la presidencia parece ser Khalifa Haftar, un señor de la guerra libio igualmente impopular que lidera el Ejército Nacional Libio (ENL), el ejército del gobierno con sede en Tobruk.
Haftar sirvió como oficial del ejército a las órdenes del anciano Gadafi, pero escapó a Estados Unidos tras ser capturado durante una guerra contra el vecino del sur de Libia, Chad, a finales de la década de 1980. Aunque vivió en Virginia y obtuvo la ciudadanía estadounidense, siguió colaborando con la CIA en los intentos de derrocar a Gadafi y, tras la Primavera Árabe, regresó a Libia para comandar su nuevo ejército. Al final se puso del lado del gobierno oriental y dirigió el LNA durante su infructuoso intento de capturar Trípoli, la capital del país y la sede del gobierno occidental, a mediados de 2020.
Haftar también ha sido acusado de crímenes de guerra durante su mandato, y algunos observadores han afirmado que pretende establecer una dictadura militar si es elegido.
Las elecciones en Libia se han programado provisionalmente para el 24 de diciembre, pero esa fecha está abierta a cambios si es necesario en función de las circunstancias. Hasta el momento, Gadafi y Haftar son los únicos candidatos destacados; también es probable que se presente el actual primer ministro interino, Abdelhamid Dbeibah, aunque no está claro si está legalmente autorizado a hacerlo.
Las elecciones se han destacado como un factor clave para poner fin al conflicto en Libia, junto con la unificación de los dos gobiernos rivales de Trípoli y Tobruk y la retirada de las tropas extranjeras -en particular las de Rusia, Turquía y Emiratos Árabes Unidos- que, según las Naciones Unidas, habían exacerbado el conflicto al suministrar, entrenar o combatir junto a las milicias libias. Estaba previsto que estas tropas abandonaran el país en 2020 según los términos de un alto el fuego negociado por la ONU, pero finalmente no lo hicieron.