Un atentado suicida frente a la embajada rusa en Kabul, la capital afgana, causó el lunes la muerte de dos miembros del personal de la embajada y de al menos un civil, informaron un funcionario de la policía local y una agencia de noticias estatal rusa. No estaba claro si el atacante detonó él mismo los explosivos o si estos estallaron cuando las fuerzas de seguridad le dispararon.
Se esperaba un mayor número de víctimas, con informes contradictorios que decían que habían muerto entre ocho y diez personas.
La agencia de noticias RIA Novosti dijo que la explosión estalló cuando un diplomático ruso salió ante la gente que esperaba fuera de la embajada para decir los nombres de los candidatos a los visados. Citando al Ministerio de Asuntos Exteriores de Moscú, la agencia informó posteriormente de que dos miembros del personal de la embajada habían muerto.
Khalid Zadran, portavoz del jefe de la policía de Kabul, dijo que al menos un civil murió y que otros 10 resultaron heridos.
Zadran dijo que un terrorista suicida estuvo involucrado en la explosión. Dijo que el terrorista fue identificado por las fuerzas de seguridad antes de que pudiera acercarse a la multitud que esperaba fuera de la embajada. Zadran dijo que las fuerzas de seguridad dispararon al atacante. No estaba claro si el atacante pudo provocar la explosión antes de ser abatido, o si los disparos detonaron los explosivos.
Zadran dijo que se estaba llevando a cabo una investigación y que la zona estaba bloqueada por la policía.

Según un comunicado del Ministerio de Exteriores ruso, la explosión se produjo “en las inmediaciones de la entrada de la sección consular de la embajada rusa” en la capital afgana.
“Un militante desconocido hizo estallar un artefacto explosivo”, dijo el ministerio. “Como resultado del ataque, dos miembros de la misión diplomática murieron, y también hay víctimas entre los ciudadanos afganos”.
No hubo una reivindicación inmediata de la responsabilidad de la explosión, la última que golpea al país en el año transcurrido desde que los talibanes tomaron el poder. La filial local del grupo Estado Islámico ha intensificado los ataques contra los talibanes y los civiles desde que los antiguos insurgentes tomaron el país el año pasado, cuando las tropas de Estados Unidos y la OTAN estaban en la fase final de su retirada.