El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, aseguró que no se permitirá ningún ataque contra el personal estadounidense en el Medio Oriente, tras un incidente en Irak en el que resultaron heridos siete miembros del personal estadounidense debido a un lanzamiento de cohetes.
Este incidente, ocurrido el lunes, es el tercer ataque en poco más de tres semanas contra la base de Ain al-Assad, situada en el oeste de Irak y que alberga tanto a tropas estadounidenses como a personal de la coalición internacional que combate al grupo Estado Islámico.
En una conferencia de prensa en Annapolis, Austin destacó: “Que no haya dudas, Estados Unidos no tolerará ataques contra nuestro personal en la región”.
Más temprano ese mismo día, un funcionario del Departamento de Defensa informó que cinco militares estadounidenses y dos contratistas resultaron heridos en el ataque, y todos se encuentran en condición estable.
El Pentágono había señalado anteriormente, en un comunicado sobre una conversación telefónica entre Austin y su homólogo israelí, Yoav Gallant, que el ataque con cohetes fue perpetrado por “una milicia alineada con Irán contra las fuerzas estadounidenses” y destacó que ambos líderes coincidieron en que esto representa “una peligrosa escalada”.
Austin también indicó que el Pentágono tiene la certeza de que el ataque fue llevado a cabo por milicias respaldadas por Irán.