ESTOCOLMO – Funcionarios de Estados Unidos y Corea del Norte se reunieron el sábado para iniciar conversaciones nucleares en un centro de conferencias aislado en las afueras de Estocolmo, en un intento de poner fin a meses de estancamiento.
La reunión será el primer encuentro formal a nivel de trabajo desde que el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un se reunieron en junio y acordaron reiniciar las negociaciones que se estancaron tras el fracaso de la cumbre de Vietnam en febrero.
La policía había cerrado los accesos al complejo frente al Mar Báltico en la isla de Lidingo, donde se esperaba que se reunieran las delegaciones encabezadas por el Representante Especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Stephen Biegun, y el norcoreano Kim Myong Gil.
Dos caravanas entraron en el aislado centro a primera hora del sábado, y un oficial de policía confirmó que una de ellas llevaba a los oficiales norcoreanos. El otro incluía los coches utilizados por Biegun cuando se reunió con funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores sueco el viernes.
La delegación de Corea del Norte, también conocida como República Popular Democrática de Corea (RPDC), que está bajo sanciones que prohíben gran parte de su comercio debido a su programa nuclear, llegó a Suecia el jueves después de que Pyongyang dijera inesperadamente que las conversaciones tendrían lugar el 5 de octubre.
La recién nombrada Ministra de Asuntos Exteriores, Ann Linde, dio el primer reconocimiento de Suecia a las negociaciones, mientras que un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores también confirmó las conversaciones a nivel de trabajo.
“Me anima el hecho de que las delegaciones de trabajo de EE.UU. y Corea del Norte se encuentren actualmente en Suecia para mantener conversaciones. El diálogo necesitaba llegar a la desnuclearización y a una solución pacífica”, dijo Linde en Twitter.
Los analistas han dicho que los líderes de ambos países enfrentan crecientes incentivos para llegar a un acuerdo, aunque no está claro si se puede encontrar un terreno común después de meses de tensión y estancamiento.
Sólo un día después de anunciar la reanudación de las conversaciones, Corea del Norte dijo que había probado un nuevo misil balístico diseñado para el lanzamiento desde submarinos, un gesto provocativo que también subrayaba la necesidad de que Washington actuara rápidamente para negociar los límites del creciente arsenal de Pyongyang.