Los hutíes de Yemen anunciaron el martes su tercer ataque contra buques de guerra estadounidenses en 48 horas, pese a los bombardeos lanzados por Estados Unidos contra sus posiciones, los cuales han generado protestas masivas.
A través de Telegram, los hutíes aseguraron haber atacado al grupo de portaaviones USS Harry S. Truman con misiles y drones, calificando la ofensiva como la tercera en el norte del mar Rojo en dos días.
Desde el Pentágono, un funcionario de defensa desestimó las declaraciones del grupo rebelde, acusándolo de difundir “mentiras y desinformación”. Según su versión, los hutíes exageran sus éxitos mientras minimizan los efectos de los ataques estadounidenses.
El teniente general de la Fuerza Aérea, Alexus Grynkewich, señaló que las afirmaciones hutíes son difíciles de verificar, ya que sus proyectiles erraron sus objetivos por más de 160 kilómetros (100 millas).
Mientras tanto, los medios hutíes informaron que nuevos bombardeos estadounidenses golpearon Yemen el lunes, un día después de que decenas de miles de manifestantes tomaran las calles. En la capital, Saná, muchos portaban rifles, dagas y Coranes, coreando lemas como “¡Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel!”.
Movilizaciones similares se registraron en Saada, bastión hutí, así como en Dhamar, Hodeida y Amran, según imágenes difundidas por la cadena Al-Masirah, afiliada a los rebeldes. En Saná, un manifestante desafió a EE. UU. y sus aliados, exclamando: “Yemen nunca retrocederá, desafiamos a los estadounidenses y a los sionistas”.
Las protestas ocurrieron tras la reciente ofensiva aérea de Washington contra Yemen, iniciada el sábado, con el propósito de forzar a los hutíes a cesar sus ataques contra el tráfico marítimo en el Mar Rojo.
Desde el comienzo de la guerra en Gaza, los hutíes han dirigido ataques contra embarcaciones comerciales en la zona, argumentando que lo hacen en solidaridad con los palestinos.
El Ministerio de Salud controlado por los hutíes informó que los ataques estadounidenses del sábado causaron 53 muertos y 98 heridos. Al-Masirah y la agencia de prensa Saba reportaron nuevos bombardeos el lunes en Hodeida y Al-Salif, mientras que el sitio web hutí Ansarollah denunció impactos en Saná el martes por la mañana.
Washington ha advertido que continuará atacando Yemen hasta que cesen las agresiones hutíes contra el comercio marítimo. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó claro que responsabilizará a Irán por cualquier nueva ofensiva lanzada por los rebeldes.
“Cada disparo de los hutíes será considerado, a partir de ahora, como un disparo realizado por las armas y el liderazgo de Irán, e Irán será responsable”, declaró Trump en redes sociales.
Teherán reaccionó tachando las palabras del mandatario estadounidense de “beligerantes”.
EE. UU. dirige ataques contra los hutíes tras manifestaciones masivas en Saná

En la capital yemení, una multitud ondeó enormes banderas en la plaza Al-Sabeen, convertida en el epicentro de protestas semanales desde el inicio de la guerra en Gaza. La demostración de fuerza en Saná se produjo solo dos días después de intensos bombardeos estadounidenses que golpearon sectores del norte, conocidos por albergar a líderes rebeldes.
Los recientes ataques de EE. UU. fueron los primeros desde que Donald Trump retomó la presidencia en enero, y ocurrieron pese a la pausa en las ofensivas hutíes, coincidiendo con el alto el fuego en Gaza. La tregua comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás invadió el sur de Israel, dejando 1.200 muertos y tomando 251 rehenes.
El asesor de seguridad nacional de EE. UU., Michael Waltz, declaró a ABC News que los bombardeos del sábado apuntaron a varios líderes hutíes, logrando su eliminación. Sin embargo, los rebeldes aún no han respondido a esta afirmación.
Por su parte, el Pentágono informó el lunes que su ofensiva en Yemen ha alcanzado 30 objetivos y reafirmó su intención de emplear “fuerza letal abrumadora” para restablecer la libertad de navegación en el mar Rojo y el Golfo de Adén.
Hutíes amenazan con más ataques tras bombardeos de EE. UU.

Las Naciones Unidas llamaron a ambas partes a detener todas las acciones militares, expresando su preocupación ante la posibilidad de que los hutíes retomen los ataques en el mar Rojo.
Desde el inicio del alto el fuego en Gaza, el 19 de enero, los rebeldes yemeníes no habían lanzado ofensivas en la región. Sin embargo, antes del reciente ataque contra el grupo de portaaviones estadounidense, advirtieron que reanudarían su campaña en represalia por el bloqueo israelí de la ayuda humanitaria a Palestina.
El grupo amenazó con una “escalada adicional” si Estados Unidos mantenía su ofensiva. La crisis se agudizó después de que Israel suspendiera el envío de suministros a Gaza, tras el estancamiento del acuerdo de tregua negociado por EE. UU., Egipto y Qatar. Aunque la primera fase permitió la liberación de decenas de rehenes, las negociaciones no avanzaron, lo que llevó a la reanudación de los ataques aéreos israelíes el martes.
Ante esta nueva ofensiva, los hutíes condenaron los bombardeos israelíes sobre Gaza y anunciaron represalias en apoyo a los palestinos. En un comunicado, su consejo político declaró que Yemen “no dejará solo al pueblo palestino” y prometió incrementar la confrontación.
Durante la guerra, los rebeldes también lanzaron misiles y drones contra Israel, provocando una víctima mortal y daños significativos en varias zonas. Estos ataques se detuvieron con la tregua, pero la reciente escalada podría reactivarlos.
Desde Teherán, el ministro de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, rechazó la ofensiva estadounidense y acusó a Washington de no tener “autoridad” sobre la política exterior iraní.
Irán llevó su queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU, denunciando que Donald Trump y otros funcionarios han emitido “declaraciones imprudentes y provocativas” con “acusaciones infundadas” y amenazas de fuerza contra Teherán.
En una carta enviada a la ONU, el embajador iraní, Amir Saeid Iravani, negó cualquier implicación en el tráfico de armas hacia Yemen o en actividades desestabilizadoras en la región.
Mientras tanto, la fuerza aérea iraní informó que un dron espía estadounidense se retiró tras la aparición de aviones de combate F-14 y drones de reconocimiento de Irán, según el periódico Nournews.