Los Estados Unidos han advertido al Ejército Nacional Libio (LNA) que su afiliación con una fuerza paramilitar rusa y la perpetuación del cierre petrolero contradicen los intereses de Washington y Libia, informó la agencia Anadolu.
“La delegación de EE.UU. hizo hincapié en que la afiliación del LNA con el grupo Wagner, un representante del Ministerio de Defensa ruso, y la perpetuación del cierre petrolero están en desacuerdo con los intereses de Estados Unidos y Libia, socavan la soberanía de Libia, y aumentan el riesgo de conflicto que podría dañar la infraestructura petrolera crítica”, dijo el Departamento de Estado el jueves en un comunicado.
Desde enero, las fuerzas de Haftar, bajo la bandera del LNA, han cerrado las instalaciones petroleras en la parte central y oriental para dañar la economía y presionar al gobierno libio reconocido por la ONU.
La declaración se produjo después de una reunión virtual entre los funcionarios de la administración del presidente Donald Trump y los representantes del LNA para abordar las cuestiones relacionadas con las milicias en toda Libia.
En ella se subrayaba que ambas delegaciones reafirmaban su deseo de reducir la escalada del conflicto y encontrar soluciones sostenibles.
La delegación de los Estados Unidos reafirmó que los grupos armados que “intentan estropear el proceso político o participar en actos desestabilizadores no deben ser tolerados – y se arriesgan a sanciones internacionales”.
Washington planteó su oposición a toda interferencia extranjera en Libia y discutió el imperativo de un inmediato cese del fuego y el retorno a las negociaciones políticas y de seguridad facilitadas por la ONU, según la declaración.
Desde abril de 2019, las fuerzas de Haftar han lanzado ataques contra la capital libia de Trípoli y otras partes del noroeste de Libia, con el resultado de más de 1.000 muertes, incluyendo mujeres y niños civiles.
Sin embargo, el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) ha logrado recientemente importantes victorias, expulsando a las fuerzas de Haftar de Trípoli y de la estratégica ciudad de Tarhuna.
El nuevo gobierno del país se fundó en 2015 en virtud de un acuerdo dirigido por las Naciones Unidas, pero los esfuerzos por lograr un acuerdo político a largo plazo fracasaron debido a la ofensiva militar del señor de la guerra Haftar, que ha sido respaldada por Francia, el grupo paramilitar ruso Wagner, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto.
Las Naciones Unidas reconocen al gobierno libio encabezado por Fayez al-Sarraj como la autoridad legítima del país.