El ejército libanés busca armas en el suburbio de Dahiyeh, Beirut, tras ataques israelíes a sitios de Hezbolá, que calificó de violación del alto el fuego de noviembre.
Operaciones del ejército libanés en Dahiyeh tras ataques israelíes
El ejército libanés desplegó operaciones de búsqueda en el suburbio de Dahiyeh, al sur de Beirut, un área conocida como bastión del grupo terrorista Hezbolá, según informó la cadena libanesa Aljadeed el 6 de junio de 2025. Las operaciones se centraron en localizar armas y equipos militares en respuesta a actividades recientes en la zona. Estas acciones ocurrieron días después de que Israel llevara a cabo una serie de ataques aéreos contra instalaciones subterráneas en Dahiyeh, dirigidas a sitios de fabricación de drones operados por Hezbolá. Los bombardeos, ejecutados el 5 de junio de 2025, marcaron la cuarta intervención militar israelí en la capital libanesa desde la entrada en vigor de un acuerdo de alto el fuego el 27 de noviembre de 2024.
Los ataques israelíes tuvieron como objetivo infraestructuras subterráneas en los barrios de Hadath, Haret Hreik y Burj al-Barajneh, en Dahiyeh, donde, según el ejército israelí, Hezbolá operaba instalaciones para la producción y almacenamiento de drones. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) emitieron advertencias de evacuación a los residentes antes de los ataques, lo que provocó un éxodo masivo de civiles y congestión en las carreteras de la zona. Imágenes difundidas en redes sociales mostraron columnas de humo elevándose sobre Dahiyeh tras los bombardeos, que incluyeron al menos 20 ataques aéreos, 15 con drones y seis con aviones de combate, según reportes de medios locales como Sky News Arabia y la Agencia Nacional de Noticias de Líbano (NNA).
El ejército libanés aumentó sus patrullas en Dahiyeh tras los ataques, con imágenes en redes sociales que muestran a soldados registrando edificios en busca de armamento. Estas operaciones se llevaron a cabo en coordinación con un comité internacional de supervisión del alto el fuego, que incluye a Líbano, Israel, Estados Unidos, Francia y las fuerzas de paz de la ONU (FPNUL). El despliegue buscaba verificar la presencia de armas en las áreas señaladas por Israel, aunque fuentes libanesas indicaron que un intento previo de inspección en Dahiyeh no encontró evidencia de instalaciones militares en uno de los sitios señalados.
El acuerdo de alto el fuego de noviembre de 2024, mediado por Estados Unidos, estableció que Hezbolá debía retirar a sus combatientes al norte del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera con Israel, y desmantelar toda su infraestructura militar en el sur de Líbano. A cambio, Israel debía retirar sus tropas de territorio libanés, aunque mantiene presencia en cinco puntos estratégicos en el sur del país, según reportes libaneses. Desde la implementación del acuerdo, el ejército libanés ha desmantelado más de 500 posiciones militares y depósitos de armas de Hezbolá al sur del Litani, según datos oficiales difundidos el 5 de junio de 2025.
Detalles clave sobre las operaciones en Dahiyeh y el contexto del alto el fuego
- El ejército libanés registró edificios en Dahiyeh tras los ataques aéreos israelíes del 5 de junio de 2025, en busca de armas y equipos de Hezbolá.
- Israel atacó sitios subterráneos en Dahiyeh y Ain Qana, al sur de Líbano, alegando que eran instalaciones de producción de drones de Hezbolá.
- Los bombardeos en Dahiyeh incluyeron al menos 20 ataques aéreos, con advertencias previas de evacuación emitidas por las FDI.
- El alto el fuego de noviembre de 2024 exige el retiro de Hezbolá al norte del río Litani y la desmilitarización del sur de Líbano.
- El ejército libanés ha desmantelado más de 500 posiciones y depósitos de armas de Hezbolá en el sur desde el inicio del alto el fuego.
Contexto de las acciones militares y tensiones en la región
Los ataques israelíes del 5 de junio de 2025 en Dahiyeh y Ain Qana se produjeron tras informes de inteligencia que señalaban la producción de “miles de drones” por parte de la Unidad 127 de Hezbolá, dedicada a operaciones aéreas, con apoyo y financiación de elementos iraníes, según las FDI. Estas acciones se consideraron una violación del alto el fuego, ya que Hezbolá continuaba desarrollando capacidades militares en áreas civiles, incluyendo instalaciones subterráneas en Dahiyeh. Reportes de medios internacionales, como The Times of Israel, indicaron que Israel notificó a Estados Unidos sobre los ataques con antelación, y un funcionario estadounidense confirmó que no había objeciones a la operación.
Desde el inicio del alto el fuego, Israel ha realizado ataques casi diarios en el sur y este de Líbano, dirigidos contra operativos e infraestructuras de Hezbolá. Según las FDI, más de 180 miembros de Hezbolá han sido eliminados desde noviembre de 2024. Durante la guerra de 14 meses previo al alto el fuego, Hezbolá lanzó más de 1,000 drones explosivos y de vigilancia contra Israel, según datos militares israelíes. Las hostilidades comenzaron el 8 de octubre de 2023, cuando Hezbolá atacó puestos militares y comunidades en el norte de Israel en apoyo a Hamás tras un asalto de este grupo en el sur de Israel.
El ejército libanés ha enfrentado desafíos para implementar el alto el fuego, particularmente en el desarme de Hezbolá y la prevención de actividades militares en el sur. Reportes de la Agencia Nacional de Noticias de Líbano indicaron que las fuerzas libanesas intentaron inspeccionar sitios en Dahiyeh antes de los ataques del 5 de junio, pero las operaciones fueron interrumpidas por los bombardeos iniciales de Israel. Imágenes verificadas por Al Jazeera mostraron a residentes huyendo de Dahiyeh tras las advertencias israelíes, lo que generó pánico en la zona.
Las operaciones del ejército libanés en Dahiyeh reflejan un esfuerzo continuo por restablecer el control estatal sobre las armas en el país, en línea con las exigencias del alto el fuego. Sin embargo, la presencia de Hezbolá en áreas densamente pobladas como Dahiyeh complica estas tareas, ya que el grupo utiliza infraestructuras civiles para ocultar sus actividades militares, según informes de las FDI. En el sur de Líbano, el ejército ha incrementado sus esfuerzos, y ha desmantelado depósitos de armas que incluyen más de 100 cargas explosivas, 20 lanzacohetes y decenas de cohetes, según publicaciones en redes sociales de fuentes israelíes.
Impacto de los ataques y esfuerzos de desarme en Líbano
Los bombardeos del 5 de junio en Dahiyeh afectaron al menos nueve edificios, con decenas más dañados, según una evaluación preliminar de Hezbolá. No se reportaron víctimas inmediatas en Dahiyeh, pero los ataques en el sur de Líbano, incluyendo Ain Qana, han causado bajas en las últimas semanas. Desde el alto el fuego, se han registrado al menos 190 muertes adicionales y 485 heridos en Líbano debido a los ataques israelíes, según datos del gobierno libanés reportados en abril de 2025.
El ejército libanés ha continuado sus esfuerzos para desmantelar la infraestructura militar de Hezbolá en el sur, con operaciones que han incluido la confiscación de arsenales y la destrucción de posiciones fortificadas. Estas acciones se han llevado a cabo bajo la presión de la comunidad internacional, que exige que el Líbano establezca un monopolio estatal sobre las armas. Sin embargo, la persistencia de Israel en realizar ataques unilaterales, en lugar de utilizar el mecanismo de supervisión del alto el fuego, ha generado tensiones con las autoridades libanesas.
En el contexto más amplio, la guerra entre Israel y Hezbolá ha causado más de 4,000 muertes en Líbano desde octubre de 2023, incluyendo cientos de civiles, según reportes oficiales. La guerra de 14 meses devastó comunidades en el sur de Líbano y desplazó a aproximadamente 1.3 millones de personas. La implementación del alto el fuego sigue siendo frágil, con ambos lados acusándose mutuamente de violar los términos del acuerdo.
Las operaciones en Dahiyeh y el sur de Líbano destacan los desafíos para estabilizar la región. Mientras el ejército libanés busca consolidar su autoridad, las acciones de Israel reflejan su determinación de prevenir el rearme de Hezbolá. La situación continúa siendo monitoreada por el comité internacional, pero la falta de coordinación entre las partes amenaza con socavar los esfuerzos para mantener la paz en la frontera.