El ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) están alarmados por los últimos informes de la frontera entre Bielorrusia y Polonia y piden a los Estados que garanticen la seguridad y los derechos humanos de los migrantes y refugiados.
El 8 de noviembre salieron a la luz informes sobre un gran grupo de migrantes y refugiados, entre ellos mujeres y niños, en el lado bielorruso de la frontera que se dirigían hacia el paso fronterizo internacional “Bruzgi”, con Polonia, y que supuestamente se instalaron en un campamento improvisado en las inmediaciones de la frontera durante la noche.
El ACNUR y la OIM se han puesto en contacto con ambos gobiernos y piden que se resuelva urgentemente la situación y que se acceda inmediatamente y sin obstáculos al grupo para garantizar que se presta asistencia humanitaria, que se identifica a quienes necesitan protección internacional o de otro tipo y que quienes desean solicitar asilo pueden hacerlo donde están.
Con varias muertes trágicas registradas en la zona fronteriza en las últimas semanas, el ACNUR y la OIM recuerdan a los Estados el imperativo de evitar más pérdidas de vidas y garantizar un trato humano a los migrantes y refugiados como máxima prioridad.
Ambas organizaciones han declarado públicamente en varias ocasiones que la instrumentalización de los migrantes y refugiados para conseguir fines políticos es deplorable y debe cesar. Aprovecharse de la desesperación y la vulnerabilidad de los migrantes y refugiados ofreciéndoles promesas irreales y engañosas es inaceptable y tiene graves consecuencias humanas.
Las dos organizaciones han reiterado en varias ocasiones a las autoridades bielorrusas la necesidad de preservar el bienestar de las personas y evitar crear situaciones humanitarias difíciles.
El ACNUR y la OIM están dispuestos a apoyar a las autoridades de Bielorrusia en el asesoramiento y la evaluación de la situación personal de estas personas, en lugares apropiados, lejos de las zonas fronterizas.
En vista de la alarmante situación en la frontera, ambas partes deben cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y garantizar la seguridad, la dignidad y la protección de los derechos de las personas varadas en la frontera.
La OIM y el ACNUR también han instado a las autoridades implicadas a explorar todas las opciones humanitarias para responder a esta situación, adaptadas a las circunstancias individuales, a los derechos humanos y a las necesidades de protección internacional de las personas de este grupo, incluido el retorno voluntario.
El ACNUR y la OIM también están dispuestos a prestar asistencia humanitaria a los migrantes y refugiados a ambos lados de la frontera.