El domingo, el Wall Street Journal obtuvo un informe confidencial del Departamento de Energía estadounidense que concluía que una fuga en un laboratorio de China era la fuente más probable de la pandemia de COVID.
Al coincidir en que un accidente en un laboratorio chino fue el culpable de la propagación del COVID-19, el Departamento de Energía se une al FBI en su evaluación del asunto.
The Wall Street Journal informa de que el Departamento de Energía ha llegado a una nueva conclusión basada en nueva información, pero que esta conclusión se sigue manteniendo con “poca confianza”, y que un portavoz del departamento se ha negado a comentar ningún aspecto de la investigación.
Sigue habiendo desacuerdo entre las agencias de inteligencia estadounidenses sobre la causa de la epidemia de COVID.
El informe del Departamento de Energía pone de manifiesto las diferentes opiniones existentes en Estados Unidos sobre el origen de la pandemia de COVID-19.
La CIA se encuentra entre los que aún no se han decidido. Según el Wall Street Journal, el Consejo Nacional de Inteligencia y otros mantienen que un animal infectado propagó el virus a los humanos por transmisión zoonótica.
Muchos estadounidenses no estaban de acuerdo con la teoría de que una filtración en un laboratorio de virología de Wuhan (China) fuera la fuente del virus. Sin embargo, la comunidad de inteligencia sugiere cada vez más que, al menos teóricamente, era posible.
Las medidas de bioseguridad en el laboratorio han sido objeto de cierta preocupación, según una evaluación de 2018 del Departamento de Estado de EE. UU. e informes internos chinos.
Fuentes del Gobierno estadounidense afirman que, en noviembre de 2019, tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan, en China, enfermaron tanto que solicitaron atención hospitalaria, lo que corrobora las afirmaciones hechas en un informe de inteligencia estadounidense ampliamente difundido durante la administración del expresidente Donald Trump.
Estados Unidos ha acusado a China de ocultar el origen del virus, una afirmación que Pekín refuta tajantemente.
China ha negado reiteradamente cualquier responsabilidad en la propagación del virus y ha culpado, en cambio, a una fuente externa.