Las principales democracias del Grupo de los Siete han hecho un llamamiento a la moderación y la desescalada en Oriente Medio, advirtiendo que los recientes acontecimientos han “amenazado con desencadenar un conflicto más amplio en la región”.
En una declaración oficial, el G7 ha instado “una vez más a todas las partes implicadas a abstenerse de perpetuar el actual ciclo destructivo de violencia en represalia, a reducir las tensiones y a comprometerse de forma constructiva hacia la desescalada”.