GINEBRA, Suiza – Sólo en las primeras semanas de la guerra de Rusia en Ucrania, cientos de civiles fueron asesinados sumariamente, dijo el jueves el jefe de derechos de la ONU, denunciando probables crímenes de guerra.
En su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Volker Turk dijo que su oficina había documentado las ejecuciones sumarias y los asesinatos directos de 441 civiles en sólo tres regiones de Ucrania desde el momento en que comenzó la invasión a gran escala de Rusia el 24 de febrero hasta el 6 de abril.
En la presentación de un informe de su oficina, Turk afirmó que se habían documentado asesinatos directos de 341 hombres, 72 mujeres, 20 niños y ocho niñas en 102 pueblos y ciudades de las regiones de Kiev, Chernihiv y Sumy durante ese periodo.
“Es probable que las cifras reales sean considerablemente superiores, ya que estamos trabajando para corroborar otros 198 presuntos homicidios en estas regiones”, declaró al Consejo.
“Hay fuertes indicios de que las ejecuciones sumarias documentadas en el informe pueden constituir el crimen de guerra de homicidio intencionado”.
Turk, que la semana pasada visitó el país asolado por la guerra, ofreció desgarradores detalles de algunas de las matanzas documentadas en el informe.
“En algunos casos, soldados rusos ejecutaron a civiles en lugares de detención improvisados”, dijo.
“Otros fueron ejecutados sumariamente in situ tras controles de seguridad, en sus casas, patios y portales, incluso cuando la víctima había demostrado claramente que no constituía una amenaza, por ejemplo, levantando las manos”.
Los hombres y los niños constituían el 88 por ciento de todas las víctimas de ejecuciones sumarias presentadas en el informe, dijo, “lo que sugiere que fueron objeto de ataques desproporcionados por razón de su sexo”.
Además de esas ejecuciones sumarias, dijo, los vehículos blindados y tanques rusos también dispararon contra edificios residenciales, matando a civiles en sus casas.
Y, según él, “los civiles fueron alcanzados en las carreteras mientras se desplazaban dentro de los asentamientos o entre ellos, o mientras se dirigían al trabajo”.
Aunque estas matanzas no se limitaron a zonas concretas, algunas se vieron más afectadas que otras.
Tras la expulsión del ejército ruso en marzo, se descubrieron cientos de cadáveres en Bucha, un suburbio de Kiev.
Turk dijo que su oficina había documentado los asesinatos de 73 civiles allí, entre ellos tres niños, entre el 4 y el 30 de marzo, y estaba “en proceso de corroborar otros 105 presuntos asesinatos de civiles”.
Más allá del periodo examinado por el informe, Turk dijo que su equipo había seguido documentando violaciones graves continuas que afectaban tanto a civiles como a combatientes en el conflicto, entre ellas detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, tortura y violencia sexual.
Hasta ahora, advirtió, “la rendición de cuentas sigue brillando por su ausencia”.