El presidente del Líbano, Joseph Aoun, afirmó que el Estado debe tener el control exclusivo sobre las decisiones de guerra y paz, lo que implica el monopolio de las armas por parte del gobierno. En declaraciones al diario Asharq Al-Awsat, con sede en Londres, destacó que solo las autoridades estatales pueden asumir la responsabilidad de proteger el territorio y a la población.
Aoun subrayó que cualquier agresión contra el país debe ser enfrentada bajo la autoridad estatal, determinando la movilización de las fuerzas necesarias para la defensa. Reiteró el compromiso de Beirut con la implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que prohíbe la presencia de Hezbolá en el sur del Líbano.
Expresó su deseo de poner fin a los conflictos mediante la diplomacia, asegurando que la nación está agotada por la guerra. Además, criticó a Israel por no completar su retirada del sur libanés y mantener tropas en cinco posiciones estratégicas.
Según Aoun, la falta de cumplimiento del acuerdo de retirada por parte de Israel era previsible, aunque insistió en que el pacto, firmado con mediación de Estados Unidos y Francia, debía respetarse. Destacó que el gobierno libanés mantiene contactos con ambas potencias para presionar por la retirada israelí.
Afirmó que las posiciones ocupadas no tienen valor militar, ya que las nuevas tecnologías de vigilancia han reducido la necesidad de puestos de observación elevados.
Por su parte, el ejército israelí anunció que mantendrá presencia militar en cinco puntos estratégicos del sur del Líbano, a pesar del plazo de retirada que expiraba el martes. El acuerdo de alto el fuego, alcanzado en noviembre bajo mediación de Estados Unidos, establecía un repliegue total en un plazo de 60 días tras la ofensiva contra Hezbolá iniciada en octubre. Sin embargo, la fecha límite inicial del 26 de enero fue extendida hasta el 18 de febrero.
Estados Unidos autorizó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a permanecer en esos puntos sin especificar una nueva fecha límite. Israel justificó su permanencia en tanto Hezbolá no se retire completamente más allá del río Litani y hasta que su liderazgo político decida el repliegue definitivo.
Los cinco puntos estratégicos incluyen una colina cerca de Labbouneh, el pico Jabal Blat, otra posición frente a Avivim y Malkia, una más cercana a Margaliot y otra en las proximidades de Metula. En cada una, Israel ha establecido puestos militares con presencia permanente de tropas.
Un portavoz de la presidencia libanesa declaró que la presencia continuada de Israel en territorio libanés será considerada una ocupación. Beirut reiteró su derecho a emplear todos los medios necesarios para garantizar la retirada completa de las tropas extranjeras.
El presidente Aoun, el primer ministro Nawaf Salam y el titular del Parlamento, Nabih Berri, sostuvieron una reunión para analizar la situación. Tras el encuentro, la portavoz presidencial, Najat Charafeddine, aseguró que el ejército libanés está listo para asumir el control total de las zonas fronterizas.
Además, el gobierno libanés llevará el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, exigiendo una intervención internacional para denunciar las violaciones israelíes y forzar el retiro inmediato de las fuerzas invasoras.