WASHINGTON – El Departamento de Defensa de EE. UU. solicita 13.500 millones de dólares para sus denominados esfuerzos en el ciberespacio, que incluyen el refuerzo de las redes de información y la investigación y desarrollo de herramientas virtuales.
La solicitud de presupuesto para el año fiscal 2024, presentada el 13 de marzo, supone un aumento del 20,5 % en comparación con la anterior petición de la administración Biden de 11.200 millones de dólares y también es superior a los 10.400 millones de dólares del año fiscal 22, los 9.800 millones de dólares del año fiscal 21 y los 9.600 millones de dólares del año fiscal 20.
El plan llega días después de que el gobierno de Biden presentara su última estrategia nacional de ciberseguridad, más de dos docenas de páginas en las que se comprometía a proteger las infraestructuras críticas, reforzar las asociaciones internacionales y utilizar “todos los instrumentos” del poder nacional para acabar con los delitos digitales.
Según la vicealmirante de la Armada, Sara Joyner, directora de estructura, recursos y evaluación de fuerzas, la petición confirma las “misiones duraderas en el ciberespacio” del Pentágono y refuerza la autoridad del general Paul Nakasone, jefe del Mando Cibernético de Estados Unidos. También financia cinco equipos adicionales de la Cyber Mission Force, con lo que el total asciende a 147. El CYBERCOM y sus equipos se encargan de proteger la tecnología de la información del Departamento de Defensa y de ejecutar operaciones militares en el ámbito digital.
“Con esta solicitud de presupuesto”, dijo Joyner en una sesión informativa el lunes, “vamos a seguir modernizando la defensa de la red, las capacidades para construir una arquitectura cibernética segura y resistente”.
La cibernética ha sido cada vez más un tema de interés e inversión en Estados Unidos, ya que los sectores de infraestructura crítica —incluidos los contratistas de defensa, las instalaciones gubernamentales, los proveedores de alimentos y los servicios de emergencia— son blanco de ataques de ransomware.
La guerra entre Rusia y Ucrania también ha elevado la disciplina. Legisladores y analistas han expresado su preocupación por la posibilidad de que se produzcan ataques en Estados Unidos o de que el conflicto se extienda al ámbito digital, lo que podría poner en peligro información sensible o paralizar sistemas vitales.