Un tribunal no oficial formado por abogados y activistas afirmó que el presidente chino, Xi Jinping, es el principal responsable de lo que, según él, era un genocidio, crímenes contra la humanidad y tortura de uigures y miembros de otras minorías en la región de Xinjiang.
China desestimó el tribunal, que está dirigido por el abogado británico Geoffrey Nice y no tiene poderes de sanción o aplicación, como una “farsa” que está siendo utilizada por sus enemigos para difundir mentiras.
“La República Popular China (RPC) ha cometido genocidio, crímenes contra la humanidad y torturas contra ciudadanos uigures, kazajos y de otras minorías étnicas en la región noroeste de China conocida como Xinjiang”, declaró el jueves el Tribunal Uigur, con sede en Gran Bretaña.
“El Tribunal está convencido de que el presidente Xi Jinping (…) y otros funcionarios de muy alto nivel de la República Popular China y del PCCh (Partido Comunista Chino) son los principales responsables de los actos ocurridos en Xinjiang”.
El Congreso Mundial Uigur (WUC), que representa los intereses de los uigures, mayoritariamente musulmanes, en Xinjiang y en todo el mundo, pidió a Niza en 2020 que creara un tribunal independiente para investigar las acusaciones de abusos en Xinjiang.
Algunos legisladores y parlamentos extranjeros, así como los secretarios de Estado de Estados Unidos, tanto en el gobierno de Biden como en el de Trump, han calificado el trato a los uigures de genocidio.
Pero China lo niega con vehemencia.
En un comunicado el jueves, su Ministerio de Asuntos Exteriores descalificó a la WUC como una organización separatista bajo el control y la financiación de las fuerzas antichinas de Estados Unidos y Occidente.
“Este supuesto tribunal no tiene credenciales legales ni ninguna credibilidad”, dijo un portavoz del ministerio, calificando los testimonios prestados de falsos y el juicio final de “farsa política realizada por unos cuantos payasos”.
“Las mentiras no pueden ocultar la verdad, no pueden engañar a la comunidad internacional ni detener el curso histórico de … la estabilidad, el desarrollo y la prosperidad de Xinjiang”, dijo el portavoz del Ministerio sobre el tribunal uigur.
Expertos de la ONU y grupos de derechos humanos estiman que más de un millón de personas, principalmente uigures y miembros de otras minorías musulmanas, han sido detenidas en los últimos años en un amplio sistema de campos en Xinjiang.
China negó inicialmente la existencia de los campos, pero luego dijo que eran centros de formación profesional y que estaban diseñados para combatir el extremismo. A finales de 2019, China dijo que todas las personas en los campos se habían “graduado”.
El WUC, con sede en Múnich, celebró la sentencia del tribunal.
La embajada china en Londres dijo que el tribunal era una herramienta de los enemigos de China que estaban difundiendo mentiras.
No es “más que una herramienta política utilizada por unos pocos elementos antichinos y separatistas para engañar y confundir al público”, dijo un portavoz de la embajada.
“Cualquier persona con conciencia y razón no se dejará engañar ni se dejará confundir”, dijo el portavoz.