El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Israel de cometer genocidio e instó al fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, a continuar con las investigaciones sobre crímenes de guerra contra los líderes israelíes. La declaración fue hecha durante una reunión paralela a la Asamblea general de la ONU el lunes.
Erdogan, crítico constante de Israel tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, acusó al país de estar “planeando agregar nuevas masacres a su historial”. Además, entregó a Khan un libro de fotografías que, según Turquía, evidencian crímenes de guerra cometidos por Israel.
De acuerdo con el portavoz de Erdogan, el presidente afirmó que Israel “ha cometido un genocidio en Gaza”, acusando al gobierno de Benjamin Netanyahu de violar el derecho internacional y los derechos humanos sin enfrentar consecuencias. Erdogan subrayó la importancia de que la CPI concluya el caso de genocidio contra Israel, para que los responsables reciban el castigo que merecen.
El fiscal de la CPI no emitió comentarios sobre la reunión. Anteriormente, en mayo, había solicitado órdenes de arresto para Netanyahu, el ministro de Defensa, Yoav Gallant y los líderes de Hamás por crímenes de guerra y contra la humanidad, relacionados tanto con el ataque del 7 de octubre como con la respuesta militar de Israel en Gaza. Khan ha instado en dos ocasiones a la Sala de Cuestiones Preliminares I de la CPI a aprobar las órdenes de arresto con urgencia, tras retrasos debido a una revisión judicial que incluye la cuestión de la jurisdicción de la CPI sobre los ciudadanos israelíes.
A pesar de sus fuertes lazos comerciales con Israel, Erdogan ha mantenido una retórica incendiaria contra el país, comparando a sus líderes con los nazis, mientras apoya a Hamás y busca encabezar una alianza islámica contra Israel.
La guerra en Gaza comenzó después de que terroristas de Hamás cruzaron la frontera el 7 de octubre, matando a unas 1.200 personas y capturando a 251 rehenes. Israel justifica su campaña militar en Gaza como un esfuerzo para derrocar a Hamás y liberar a los rehenes. Además, rechaza las acusaciones de atacar a civiles palestinos o utilizar el hambre como táctica de guerra.
En agosto, Turquía solicitó unirse al caso que Sudáfrica presentó contra Israel en la Corte Internacional de Justicia, que aborda la conducta de los países, en contraste con la CPI, que persigue individuos.
La reunión entre Erdogan y Khan se llevó a cabo en la misión diplomática turca en Nueva York. Erdogan también dialogó con el nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian, en medio de la escalada de violencia entre Israel y el grupo Hezbolá, respaldado por Irán. Erdogan instó a la comunidad internacional a detener la violencia israelí en los territorios palestinos y libaneses, según su oficina de prensa.
Por su parte, Pezeshkian destacó que la unidad entre los países islámicos sería clave para frenar los crímenes en Gaza, según reportó la agencia de noticias oficial iraní.
Erdogan también dialogó con el canciller alemán, Olaf Scholz, a quien acusó de que el apoyo de Occidente a Israel ha contribuido a “masacres sin precedentes en Gaza”, y sugirió mejorar las relaciones entre Turquía y la Unión Europea.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, también se reunió con Khan durante la misma sesión de la ONU. Según la agencia de noticias palestina Wafa, Abbas urgió a acelerar las investigaciones sobre los crímenes de guerra israelíes y condenó la impunidad de Israel, alegando que ello fomenta más abusos contra los palestinos.
La reunión de la ONU, a la que Netanyahu asistirá más tarde esta semana, ocurre en un contexto de creciente violencia en la región. Israel y Hezbolá intercambiaron disparos intensos el lunes, y crecen los temores de una escalada regional que involucre a Irán.
En respuesta a los ataques de Hezbolá, Israel intensificó sus bombardeos, golpeando más de 1.600 objetivos en el Líbano, según el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el contralmirante Daniel Hagari. La mayoría de estos ataques se dirigieron a depósitos de armas, tras advertencias a los civiles para que evacuaran las zonas.
Entre los objetivos atacados había misiles de crucero de largo alcance, cohetes pesados con una carga explosiva de hasta 1.000 kilogramos, y vehículos aéreos no tripulados armados. Las autoridades libanesas informaron que al menos 492 personas murieron y 1.645 resultaron heridas el lunes, en uno de los días más mortíferos en la historia reciente del país.
Hezbolá, por su parte, ha lanzado cientos de cohetes contra ciudades israelíes en los últimos días, causando daños significativos y dejando varios heridos.