El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha experimentado una significativa derrota electoral, después de que los votantes dieran un fuerte respaldo a la oposición en una votación local de alcance nacional.
Este resultado ha reafirmado la posición de la oposición como una fuerza política considerable y ha fortalecido al alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, consolidándolo como el principal adversario de Erdogan.
Tras el conteo de la mayoría de los votos, Imamoglu aventajaba por un margen de 10 puntos porcentuales en la contienda por la alcaldía de Estambul, la ciudad más poblada de Turquía. Paralelamente, su partido, el Partido Popular Republicano (CHP), logró retener el control de Ankara y obtuvo la victoria en 15 alcaldías adicionales a lo largo del país.
Esta situación representa la más severa derrota para Erdogan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) durante su extenso periodo en el poder, superando incluso dos décadas, y podría indicar un cambio significativo en el polarizado panorama político turco.
Erdogan, en un discurso postelectoral, describió esta derrota como un “punto de inflexión”, prometiendo a su audiencia en la sede del AKP en Ankara, tomar medidas para interpretar y actuar según el mensaje enviado por los electores. “Si cometimos un error, lo arreglaremos”, aseguró, enfatizando su disposición a corregir errores y completar lo que falte en su gestión.
Durante la campaña electoral, Erdogan se había involucrado activamente, en un esfuerzo que los analistas vieron como una prueba de su apoyo popular, así como de la resistencia de la oposición.
Los resultados electorales, peores de lo anticipado por las encuestas debido a factores como la inflación creciente, el descontento entre los votantes islamistas y, particularmente en Estambul, el atractivo de Imamoglu más allá de la base tradicional del CHP, subrayan un claro mensaje de cambio, según los expertos.
Imamoglu, de 53 años, hablando ante una multitud exultante, interpretó el resultado como un claro mensaje tanto para la oposición como para el presidente, sugiriendo que aquellos que ignoren las demandas de la nación, finalmente enfrentarán la derrota.
Con estos resultados, Imamoglu se posiciona no solo como líder en Estambul, sino también como una figura prominente con potencial para desafiar a Erdogan en futuras contiendas presidenciales.