Rusia mantuvo una postura dura en medio de las tensiones por su aumento de tropas cerca de Ucrania, y un alto diplomático advirtió el miércoles que Moscú no aceptará nada menos que garantías estadounidenses “herméticas” que impidan la expansión de la OTAN a Ucrania.
El viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, que encabezó la delegación rusa en las conversaciones sobre seguridad con Estados Unidos en Ginebra la semana pasada, reafirmó que Moscú no tiene intenciones de invadir Ucrania, como teme Occidente, pero dijo que recibir garantías de seguridad occidentales es el imperativo categórico para Moscú.
Las conversaciones de Ginebra y una reunión conexa entre la OTAN y Rusia celebrada la semana pasada en Bruselas se celebraron en un momento en que Rusia ha acumulado unos 100.000 soldados cerca de Ucrania, en lo que Occidente teme que pueda anunciar una invasión.
En un movimiento que refuerza aún más las fuerzas cerca de Ucrania, Rusia ha enviado un número no especificado de tropas desde el extremo oriental del país a su aliado Bielorrusia, que comparte frontera con Ucrania, para realizar importantes juegos de guerra el próximo mes. Funcionarios ucranianos han dicho que Moscú podría utilizar el territorio bielorruso para lanzar una posible invasión de varios frentes.
El Ministerio de Defensa ruso dijo el miércoles que algunas de sus tropas ya han llegado a Bielorrusia para los ejercicios Allied Resolve 2022. Dijo que el ejercicio se llevará a cabo en cinco polígonos de tiro y otras áreas en Bielorrusia y también implicará a cuatro bases aéreas bielorrusas.
En medio de las crecientes tensiones, el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, visitó el miércoles Ucrania para asegurarle el apoyo de Occidente frente a lo que calificó de “implacable” agresión rusa.
Rusia ha negado que tenga intención de atacar a su vecino, pero ha exigido a Occidente garantías de que la OTAN no se expandirá a Ucrania ni a otras naciones ex soviéticas ni situará allí sus tropas y armas. También ha instado a la OTAN a reducir el despliegue de sus tropas y armas en las naciones de Europa Central y Oriental que se han unido a la alianza tras el fin de la Guerra Fría.
Washington y sus aliados rechazaron con firmeza las demandas de Moscú, pero mantuvieron la puerta abierta a posibles conversaciones adicionales sobre el control de armas y las medidas de confianza destinadas a reducir el potencial de hostilidades.
Ryabkov insistió, sin embargo, en que no puede haber conversaciones significativas sobre esos temas si Occidente no atiende las principales peticiones rusas de no expansión de la OTAN.
Advirtió que las demandas rusas contenidas en los borradores de los acuerdos con EE.UU. y la OTAN “constituyen un paquete, y no estamos dispuestos a dividirlo en diferentes partes, a empezar a procesar algunas de ellas a expensas de quedarnos parados en otras”.
El diplomático ruso subrayó que los lazos cada vez más estrechos de Ucrania con los aliados de la OTAN suponen un importante reto de seguridad para Rusia.
“Vemos la amenaza de que Ucrania se integre cada vez más en la OTAN sin ni siquiera adquirir un estatus formal de Estado miembro de la OTAN”, dijo Ryabkov, señalando que las potencias occidentales suministran armas a Ucrania, entrenan a sus tropas y realizan simulacros conjuntos. “Esto es algo que va justo al centro de los intereses de seguridad nacional de Rusia, y haremos todo lo posible para revertir esta situación, para reequilibrar esta situación por medios diplomáticos”.
Rusia se anexionó la península de Crimea de Ucrania en 2014 después de que las protestas masivas hicieran huir a Rusia al líder ucraniano afín a Moscú. Al mismo tiempo, Rusia también respaldó una insurgencia separatista que se extendió por amplias zonas del este de Ucrania. Más de 14.000 personas han muerto en casi ocho años de combates.
A la pregunta de si Rusia podría aceptar una moratoria en la expansión de la OTAN hacia el este, una idea que han hecho circular algunos expertos políticos, Ryabkov respondió con un firme no, diciendo que Moscú ha visto cómo Occidente se ha echado atrás en promesas anteriores.
Hizo hincapié en que “para nosotros, la cuestión prioritaria es conseguir garantías herméticas, a prueba de balas y jurídicamente vinculantes” de que Ucrania y otras naciones ex soviéticas no se unirán a la alianza.
Ryabkov sugirió que EE.UU. también podría asumir la obligación unilateral de no votar nunca el ingreso en la OTAN de Ucrania y otras naciones ex soviéticas.
Rusia ha instado a EE.UU. y a la OTAN a dar una rápida respuesta por escrito, y el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas el miércoles que espera recibirla “en cuestión de días”.