Estados Unidos dijo el viernes que imponía sanciones a los conductos financieros con sede en Líbano y Kuwait que financian al grupo chií libanés Hezbolá, así como a los facilitadores financieros y las empresas de fachada que apoyan al grupo y a Irán.
Entre las personas designadas y sancionadas, el Tesoro estadounidense dijo que las medidas se aplican al empresario Morteza Minaye Hashemi, que vive en China y que había canalizado dinero a la Fuerza Quds de Irán. Dos ciudadanos chinos habían ayudado a Hashemi a abrir cuentas bancarias y a actuar como testaferros de sus empresas, con sede en Hong Kong y China continental, según un comunicado del Tesoro.
El comunicado nombraba a los ciudadanos chinos como Yan Su Xuan y Song Jing. El comunicado dice que Yan Su Xuan, en nombre de Hashemi, también compró productos de doble uso de origen estadounidense para enviarlos a Irán.
“Juntas, estas redes han blanqueado decenas de millones de dólares a través de los sistemas financieros regionales y han llevado a cabo operaciones de cambio de divisas y comercio de oro y productos electrónicos en beneficio tanto de Hezbolá como del CGRI-QF”, dijo el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken en un comunicado, en referencia a la fuerza Quds de Irán, el brazo de sus Guardias Revolucionarios (CGRI) que controla a sus milicias aliadas en el extranjero.
“Hezbolá utiliza los ingresos generados por estas redes para financiar actividades terroristas y para perpetuar la inestabilidad en Líbano y en toda la región”, señala el comunicado.
Blinken dijo que Hezbolá está buscando cada vez más fuentes de ingresos adicionales para reforzar sus arcas y pidió a los gobiernos de todo el mundo que tomen medidas para garantizar que éste y otros grupos terroristas no exploten su territorio y sus instituciones financieras.
“Estados Unidos no cejará en su empeño de atacar a estas redes y seguiremos tomando medidas para desbaratar sus actividades”, dijo.
El Departamento del Tesoro dijo que la acción de las sanciones implicaría la incautación de las propiedades de las personas y entidades con sede en Estados Unidos y prohibiría todas las transacciones con ellas.