WASHINGTON – Estados Unidos está suspendiendo el cumplimiento del Tratado de Fuerzas Nucleares Intermedias (INF) con Rusia el sábado y se retirará del histórico acuerdo de control de armas de 1987 en seis meses si Moscú no pone fin a su supuesta violación del pacto, dijo el viernes el secretario de Estado Mike Pompeo.
Rusia niega haber violado el tratado, que prohíbe a ambos lados estacionar misiles terrestres de corto y medio alcance en Europa, dijeron los funcionarios
Los aliados de la OTAN «apoyan totalmente» el aviso de retiro pendiente de Estados Unidos del pacto de misiles nucleares INF sobre las acciones de Rusia, dijo una declaración de la alianza.
«Estados Unidos está tomando esta acción en respuesta a los riesgos significativos para la seguridad euroatlántica planteados por las pruebas, la producción y el despliegue de Rusia de los sistemas de misiles de crucero 9M729 lanzados desde tierra», dijo.
«Los aliados apoyan totalmente esta acción».
Los Estados Unidos alegan que un nuevo misil ruso de crucero viola el pacto, haciendo referencia al misil Novator 9M729, que es conocido como SSC-8 por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Rusia niega la acusación, diciendo que el alcance del misil lo coloca fuera del tratado, y ha acusado a los Estados Unidos de inventar un pretexto falso para salir de un tratado que Washington quiere dejar de todos modos para que pueda desarrollar nuevos misiles. Rusia también ha rechazado una demanda de Estados Unidos para destruir el nuevo misil.
El funcionario estadounidense dijo que la acción estadounidense sería «reversible» si Rusia volviera a cumplir con los requisitos durante los seis meses de suspensión estadounidense. «Entonces los Estados Unidos levantaría la suspensión», dijo el funcionario.
La disputa está agravando las peores fricciones entre Estados Unidos y Rusia desde que terminó la Guerra Fría en 1991. Algunos expertos creen que el colapso del tratado podría socavar otros acuerdos de control de armas y acelerar la erosión del sistema global diseñado para bloquear la expansión de las armas nucleares.
La subsecretaria de Estado para Control de Armas y Seguridad Internacional de Estados Unidos, Andrea Thompson, sostuvo el jueves conversaciones de último momento con el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, en Beijing, antes de la expiración el sábado de un plazo de 60 días para que Moscú vuelva a cumplir con el tratado.
Thompson y Ryabkov dijeron después que los dos países no habían logrado salvar sus diferencias. Se reunieron al margen de una reunión de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña, todas ellas potencias nucleares.
Los funcionarios europeos están preocupados por el posible colapso del tratado, temerosos de que Europa pueda convertirse nuevamente en un escenario para la acumulación de misiles de alcance intermedio y armado nuclear por parte de Estados Unidos y Rusia.
En una entrevista, Thompson dijo que la suspensión de las obligaciones de los Estados Unidos permitiría a los militares estadounidenses comenzar a desarrollar de inmediato sus propios misiles de mayor alcance si así lo decidía, lo que aumentaría la posibilidad de que pudieran desplegarse en Europa.
Ryabkov dijo que Moscú continuaría trabajando para lograr un acuerdo, pero acusó a Washington de ignorar las quejas rusas sobre los misiles estadounidenses y de adoptar lo que él llamó una posición destructiva.
«Los Estados Unidos impusieron un período de 60 días durante el cual tuvimos que cumplir su ultimátum«, dijo Ryabkov a la agencia de noticias Sputnik después de las conversaciones con Thompson. «Concluyo que Estados Unidos no esperaba ninguna decisión y todo esto fue un juego para cubrir su decisión interna de retirarse del Tratado INF«.
Daryl Kimball, director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas, un grupo de expertos de Washington, dijo que ve pocas posibilidades de que se pueda salvar el tratado.
«Ninguna de las partes está mostrando la flexibilidad necesaria para llegar a un acuerdo que haga que Rusia cumpla«, dijo. «Entonces, creo que es muy poco probable que veamos un milagro diplomático. En este punto, ambas partes parecen estar más interesadas en ganar el juego de la culpa que en tomar las medidas necesarias para salvar el tratado», agregó.