El expresidente filipino Rodrigo Duterte fue detenido el martes en el aeropuerto internacional de Manila por orden de la Corte Penal Internacional (CPI), según informó el gobierno filipino. La captura se produjo tras su arribo desde Hong Kong, cuando la policía ejecutó la orden de arresto relacionada con la investigación sobre los asesinatos masivos ocurridos durante su ofensiva contra las drogas ilegales.
Desde el despacho del presidente Ferdinand Marcos Jr. se confirmó la detención y se detalló que el fiscal general notificó a la CPI sobre la ejecución de la orden. “Ahora está bajo la custodia de las autoridades”, señaló el comunicado oficial.
La inesperada captura generó revuelo en el aeropuerto, donde los abogados y asesores de Duterte denunciaron restricciones para acercarse a él. El senador Bong Go, aliado del exmandatario, criticó la medida alegando que vulnera sus derechos constitucionales.
Una copia de la orden de arresto, revisada por The Associated Press, señala que existen “motivos razonables” para creer que los crímenes imputados fueron “generalizados y sistemáticos”, con miles de víctimas a lo largo de varios años. Emitida el 7 de marzo, la orden subraya la necesidad de la detención para garantizar su comparecencia ante el tribunal, destacando que, pese a dejar el poder, Duterte aún ejerce influencia significativa. Además, menciona el riesgo de interferencia en la investigación y en la seguridad de testigos y víctimas.
La noticia del arresto impactó profundamente a las familias de quienes murieron en la campaña antidrogas. Randy delos Santos, tío de un adolescente asesinado por la policía en 2017, celebró el hecho como un paso hacia la justicia. “Esperamos que los altos mandos y los agentes involucrados en las ejecuciones ilegales también sean castigados”, declaró a The Associated Press.
En 2018, tres policías fueron condenados por el asesinato de su sobrino, lo que llevó a Duterte a suspender temporalmente la represión. Sin embargo, pocas condenas se han producido desde entonces, lo que llevó a muchas familias a acudir a la CPI en busca de justicia.
Aún no se ha informado oficialmente dónde permanece detenido Duterte ni cuándo será trasladado a Europa para ser entregado a la CPI. El gobierno confirmó que, a sus 79 años, el exmandatario se encuentra en buen estado de salud.
La investigación de la CPI cubre hechos ocurridos desde noviembre de 2011, cuando Duterte era alcalde de Davao, hasta marzo de 2019, periodo en el que miles de personas fueron asesinadas en el marco de la guerra contra las drogas. En 2019, el entonces presidente retiró a Filipinas del Estatuto de Roma, decisión que activistas interpretaron como un intento de eludir la justicia.
En 2021, su administración intentó frenar la investigación alegando que las autoridades filipinas ya estaban abordando el caso, pero la CPI rechazó este argumento. En 2023, el tribunal de apelaciones de La Haya ordenó la reanudación del proceso.
Ferdinand Marcos Jr., sucesor de Duterte, ha optado por mantener a Filipinas fuera de la CPI, aunque su gobierno ha declarado que cooperaría si la Interpol emite una notificación roja para el arresto del exmandatario.