PARÍS (Reuters) – Irán y Estados Unidos tienen un mes para sentarse a la mesa de negociaciones, advirtió el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, sugiriendo que el plan de Teherán de aumentar sus actividades nucleares en noviembre desencadenaría una nueva tensión en la región.
El presidente francés Emmanuel Macron intentó, pero no logró mediar en las conversaciones entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente iraní Hassan Rouhani en Nueva York la semana pasada.
“Consideramos que estas iniciativas, que no tuvieron éxito, siguen sobre la mesa y que corresponde a Irán y Estados Unidos tomarlas en un plazo relativamente corto porque Irán ha anunciado nuevas medidas para reducir sus compromisos con el acuerdo de Viena en noviembre”, dijo Jean-Yves Le Drian a la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento.
Irán está violando las restricciones de su acuerdo nuclear de 2015 con las principales potencias paso a paso en respuesta a las sanciones impuestas por Estados Unidos desde que Washington se retiró del acuerdo en mayo del año pasado.
Ha dicho que sus próximas reducciones serían a principios de noviembre y los diplomáticos temen que el próximo paso pueda obligar a las potencias europeas que están tratando de salvar el acuerdo a responder, a diferencia de lo que ocurrió después de las violaciones anteriores.
“Estas medidas corren el riesgo de conducir a un nuevo período de tensión y a una nueva escalada, por lo que debemos aprovechar el espacio político que existe para avanzar”, dijo Le Drian.
En Nueva York, los esfuerzos de Macron se centraron en lograr que ambas partes acordaran parámetros para las negociaciones que incluían asegurar que Irán nunca pueda adquirir un arma nuclear, desarrollar un plan de seguridad regional, incluyendo el fin de la guerra civil de Yemen, y el levantamiento de las sanciones económicas de Estados Unidos contra Irán.
Washington ha dicho repetidamente que está dispuesto a mantener conversaciones con Irán sobre un acuerdo de mayor alcance, argumentando que sus sanciones económicas paralizantes obligarán a Irán a sentarse a la mesa de negociaciones. Teherán, sin embargo, ha descartado las conversaciones hasta que se levanten esas sanciones, al tiempo que continúa su expansión nuclear incremental.
Macron había estado tratando en las últimas semanas de calmar las tensiones entre Washington y Teherán, que se dispararon después de un ataque el 14 de septiembre a las instalaciones petroleras saudíes que Arabia Saudita, Estados Unidos y las potencias europeas culparon a Irán. Teherán ha negado su participación.
“Hay parámetros sobre la mesa hoy que creemos que podemos avanzar en ellos y la diplomacia de Francia está trabajando en ello”, dijo Le Drian.