El financiero de origen ucraniano y uno de los hombres más ricos de Rusia, Mikhail Fridman, ha dicho a los empleados de su firma de capital privado LetterOne que “la guerra nunca puede ser la respuesta” y pidió que el “derramamiento de sangre” termine, dice la compañía.
El multimillonario Fridman, que divide su tiempo entre Londres y Moscú, es el primer oligarca que se pronuncia contra la invasión de Ucrania por parte del presidente ruso Vladimir Putin.
“No hago declaraciones políticas, soy un hombre de negocios con responsabilidades ante mis muchos miles de empleados en Rusia y Ucrania”, dice Fridman en una carta, cuyo contenido fue visto por el FT y confirmado a la AFP por un portavoz de la empresa.
“Estoy convencido, sin embargo, de que la guerra nunca puede ser la respuesta. Esta crisis costará vidas y perjudicará a dos naciones que han sido hermanas durante cientos de años”.
“Aunque una solución parece aterradoramente lejana, no puedo sino unirme a aquellos cuyo ferviente deseo es que el derramamiento de sangre termine”, dice al personal de la empresa, que tiene una oficina en Londres.
Forbes estima que la fortuna de Fridman asciende a 15.500 millones de dólares, y The Sunday Times lo clasificó el año pasado como el undécimo hombre más rico de Gran Bretaña.
En 1991 cofundó Alfa-Bank, uno de los mayores bancos privados de Rusia.
Otro oligarca, Roman Abramovich, entregó el sábado el control del Chelsea Football Club a los fideicomisarios de su fundación benéfica, insinuando que teme que sus activos en Gran Bretaña estén a punto de ser congelados mientras el gobierno impone sanciones a una “lista negra” de magnates vinculados al Kremlin.