La ministra de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Naledi Pandor, declaró el martes que Israel debería ser clasificado como un Estado de apartheid y que la Asamblea General de las Naciones Unidas debería establecer un comité para verificar si cumple sus requisitos, informó Al Jazeera.
“La narrativa palestina evoca experiencias de la propia historia de segregación y opresión racial de Sudáfrica”, añadió. Los comentarios y las acusaciones se hicieron, al parecer, en la segunda reunión de los jefes de misión palestinos en África, celebrada en Pretoria, una de las capitales sudafricanas.
Vínculos a largo plazo
La primera embajada palestina en Sudáfrica se abrió en 1995. Una declaración en el sitio web del gobierno sudafricano se hace eco de la declaración de Pandor: “Desde el amanecer de la democracia en 1994, Sudáfrica siempre ha sido un aliado de Palestina y ha destacado constantemente las luchas del pueblo palestino, lo ha apoyado en plataformas internacionales y ha ofrecido ayuda material dentro de su capacidad”.
Pandor fue la primera representante del gobierno en denunciar el asesinato de la periodista palestino-estadounidense de Al Jazeera Shireen Abu Akleh en mayo, durante una redada en Judea y Samaria. En aquel momento, comparó la violenta interrupción del cortejo fúnebre de Abu Akleh por parte de la policía israelí con la brutalidad de los militares del apartheid sudafricano.
Acusación de apartheid
La afirmación de Pandor sobre el apartheid israelí se produce tras tres informes de derechos humanos realizados a principios de este año en los que se acusaba a Israel -en su control del territorio desde el río hasta el mar, incluidos Judea y Samaria y Gaza- de ser considerado un régimen que comete el delito de apartheid contra el pueblo palestino.
El último informe de febrero de Amnistía Internacional afirmaba que el Estado judío es culpable de este crimen desde su creación en 1948, basándose en su análisis jurídico independiente. Amnistía rechazó las acusaciones de que con ello criminalizaba la identidad de Israel como Estado nacionalista étnico.
Las enérgicas respuestas de países como Estados Unidos y Alemania denunciando una acusación de apartheid contra Israel no han aliviado la preocupación en Jerusalén o entre los defensores del Estado judío con respecto a los peligros de una creciente presión por parte de la Autoridad Palestina y sus partidarios para declarar a Israel culpable de apartheid, incluso a través de una nueva investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y del Tribunal Penal Internacional.