Cuando los expertos de la ONU examinaron esta semana el historial de Pekín en materia de derechos humanos, las organizaciones de defensa de los uigures pidieron el jueves a los organismos de la ONU que tomaran medidas contra China por los abusos cometidos contra esta minoría étnica mayoritariamente musulmana.
Los participantes en un examen de dos días del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR) de la ONU en Ginebra interrogaron a la delegación de China sobre el trato que da el país a las minorías, incluidos los uigures de la región occidental de Xinjiang, así como sobre las medidas adoptadas para poner fin a los trabajos forzados y las detenciones arbitrarias, entre otras cosas.
Pekín rechaza enérgicamente cualquier exceso
En una declaración hecha pública con motivo del Congreso Mundial Uigur, Omer Kanat, director ejecutivo del Proyecto de Derechos Humanos de los Uigures, afirmó que “otra serie de expertos imparciales de la ONU han puesto de manifiesto su grave preocupación por la continua brutalidad a la que se enfrentan los uigures”.
“Una vez más, el gobierno chino rechaza los hechos y desvía la atención de ellos. El sistema de la ONU debe responder de manera más exhaustiva en este punto”.
La delegación permanente china ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra y el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios realizadas fuera de horario.
Horas antes de concluir su mandato como Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet presentó en agosto un informe en el que sugería que el encarcelamiento de uigures y otros musulmanes por parte de China podría constituir crímenes contra la humanidad.
Sin embargo, el intento de Occidente de debatir el trato que China dispensa a la población musulmana en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU no prosperó.
Human Rights Watch, que el lunes instó a la ONU a hacer un seguimiento de las conclusiones, se unió el jueves a varias otras organizaciones para presionar a la Unión Europea para que pusiera fin a sus negociaciones “sin sentido” sobre derechos con Pekín.
Sin esperanzas de lograr ningún avance, la UE debe interrumpir las conversaciones e intensificar sus esfuerzos para persuadir a la ONU de que aborde el terrible historial de China y exija responsabilidades por los crímenes internacionales perpetrados en Xinjiang. Philippe Dam, director de Human Rights Watch para la UE, hizo una declaración.