BEIRUT, Líbano – Los legisladores del grupo terrorista chiíta libanés Hezbolá condenaron el jueves las sanciones de Estados Unidos contra tres funcionarios del movimiento, pero dijeron que no cambiarían nada en cuanto al rechazo del grupo a las políticas estadounidenses en la región.
El bloque parlamentario de Hezbolá, que busca la destrucción de Israel y está financiado y respaldado por Irán, dijo que la decisión de EE.UU. era “inaceptable” y “censurable por todos los estándares soberanos y morales”, según un comunicado emitido tras su reunión semanal.
Los legisladores enfatizaron que las sanciones “no cambiarían nada en nuestras convicciones o en nuestro rechazo y resistencia a la ocupación israelí y al terrorismo, o a las políticas estadounidenses”.
Los EE.UU. anunciaron el martes nuevas sanciones contra Hezbolá, dirigidas por primera vez contra funcionarios electos del movimiento.
Los legisladores Amin Sherri y Muhammad Hasan Raad fueron acusados de “explotar el sistema político y financiero del Líbano” para beneficiar a Hezbolá, según una declaración del Tesoro estadounidense.
En la lista negra también figuraba Wafiq Safa, un alto funcionario de seguridad de Hezbolá cercano al líder del movimiento, Hassan Nasrallah.
Se espera que Nasrallah aborde las sanciones en una entrevista el viernes con la cadena de televisión Al-Manar del movimiento.
Hezbolá, uno de los principales actores políticos del Líbano que ocupó 13 escaños en las elecciones parlamentarias de mayo de 2018 y obtuvo tres puestos en el gabinete, es considerada una organización terrorista por Estados Unidos, las naciones europeas e Israel, aunque algunos en Occidente distinguen entre su brazo militar y su ala política.
Las últimas sanciones elevaron a 50 el número de personas y entidades vinculadas a Hezbolá incluidas en la lista negra del Tesoro desde 2017 como parte de la campaña de presión de Estados Unidos contra Irán y sus proxys.
Los legisladores de Hezbolá agregaron que la decisión de EE.UU. fue una “expansión de la agresión contra el Líbano”.
El presidente libanés, Michel Aoun, dijo el miércoles que “lamenta” la decisión de EE.UU., “especialmente en lo que se refiere a la selección de dos diputados electos”.
Se unió a su condena el presidente del Parlamento, Nabih Berri, quien dijo que las sanciones sin precedentes constituían “una agresión contra el parlamento y, sin duda, una agresión contra el Líbano”.
Berri, un chiíta, y Aoun, un cristiano maronita, son ambos aliados de Hezbolá.
El primer ministro Saad Hariri, un prominente opositor sunní a Hezbolá, dijo que EE.UU. había tomado un “nuevo rumbo” al sancionar a los legisladores, pero agregó que “no afectaría” a su gobierno, que incluye a los ministros de Hezbolá.