En su intervención en el Foro Económico Oriental de Vladivostok, una región del extremo oriente de Rusia, el presidente ruso Vladimir Putin desestimó los esfuerzos de Occidente por forzar la retirada de su ejército de Ucrania. Hablando en ruso, Putin trató de hacer ver su invasión de Ucrania como algo positivo para Rusia.
“No hemos perdido nada y no perderemos nada. En términos de lo que hemos ganado, puedo decir que la principal ganancia ha sido el fortalecimiento de nuestra soberanía”, dijo Putin.
“Por supuesto, se está produciendo una cierta polarización, tanto en el mundo como dentro del país, pero creo que esto sólo será beneficioso, porque todo lo que sea innecesario, perjudicial y todo lo que nos impida avanzar será rechazado”.
Putin afirma que las sanciones son un “peligro” para el mundo
Mientras Putin intenta mantener una cara valiente sobre el importante impacto que las sanciones occidentales han tenido en su economía, el presidente ruso está haciendo simultáneamente todo lo posible para presionar a Occidente para que alivie esas sanciones. Es un mensaje contradictorio y probablemente uno que espera que el pueblo ruso no capte.
Durante el mismo foro económico en el que afirmó que su país no había perdido nada, el líder ruso insistió en que las sanciones son un “peligro” para el mundo.
“La pandemia ha sido sustituida por nuevos retos de carácter global, que conllevan una amenaza para todo el mundo, me refiero a la fiebre de sanciones en Occidente y a los intentos descaradamente agresivos de Occidente de imponer su modus vivendi a otros países, de quitarles su soberanía, de someterlos a su voluntad”, dijo Putin.
Su mensaje fue claro: que las sanciones de Occidente son eficaces. Pero, al parecer, ese no es el mensaje que quería que la gente escuchara.
Putin también aprovechó el foro para amenazar a Europa, sugiriendo que podría hacer que el continente se “congelara” cortando el suministro de gas a través de Nord Stream 1. El gasoducto fue desconectado anteriormente por una turbina rota, y durante la última semana, Rusia ha sido inconsistente sobre si se reabriría o no. Tras días de confusión, Putin confirmó finalmente que el gasoducto volvería a funcionar si la turbina podía repararse, aunque insistió el miércoles en que se volvería a cortar si Europa impone topes a los precios de las exportaciones rusas de petróleo y gas.
La amenaza fue considerada como un esfuerzo para presionar a Occidente para que reduzca las sanciones contra el país o limite la ayuda suministrada a Ucrania, y tampoco es la primera vez que Putin intenta aliviar la presión de las sanciones occidentales.
Putin dice que Rusia no ha perdido nada, pero los esfuerzos del presidente ruso por detener las sanciones de Occidente -junto con la total incapacidad de su industria manufacturera para producir nuevas armas avanzadas- sugieren lo contrario.