BERLÍN, Alemania – Un iraní ha sido detenido en el oeste de Alemania sospechoso de preparar un “atentado islamista” con cianuro y ricina, informaron el domingo la policía y la fiscalía.
La policía de Muenster y la fiscalía de Düsseldorf informaron en un comunicado de que los agentes registraron una residencia en la localidad de Castrop-Rauxel en busca de “sustancias tóxicas” destinadas a perpetrar un atentado.
El iraní, de 32 años, era “sospechoso de haber preparado un grave acto de violencia que amenazaba la seguridad del Estado al obtener cianuro y ricina con vistas a cometer un atentado islamista”, dijeron los investigadores.
La detención se llevó a cabo poco antes de la medianoche del sábado, informó una portavoz de la policía. Otra persona, al parecer el hermano del principal sospechoso, también fue detenida durante la operación, añadió.
El sospechoso, de 32 años, será presentado en los próximos días ante un juez de instrucción con vistas a una posible detención preventiva, según la policía.
La ricina es una sustancia altamente tóxica, clasificada como “arma química” en Alemania. Al igual que el cianuro, la ricina puede ser letal.
Según los medios de comunicación locales, las redadas fueron llevadas a cabo por agentes que llevaban trajes de protección, debido al peligro químico.
Las autoridades alemanas fueron advertidas del riesgo de un atentado con una “bomba química” hace varios días por un servicio de inteligencia extranjero, informó el diario alemán Bild.
En 2018, un tunecino y su esposa fueron detenidos como sospechosos de planear un atentado con una bomba biológica en Alemania.
La pareja, que simpatizaba con el grupo Estado Islámico, fue hallada en posesión de 84 miligramos de ricina en su apartamento de Colonia. El hombre fue condenado a 10 años de prisión en 2020, mientras que su esposa recibió una pena de ocho años.
Alemania ha sido blanco en los últimos años de varios atentados islamistas, incluido un ataque con camión en 2016 contra un mercado navideño, que mató a 12 personas y dejó decenas de heridos. Una decimotercera víctima falleció cinco años después tras sufrir heridas graves en el asalto.