Japón liberará en el océano alrededor de un millón de toneladas de agua contaminada de la central nuclear de Fukushima, según ha declarado el gobierno del país en medio de una fuerte oposición de los vecinos de Japón.
La medida, según éstos, era “extremadamente irresponsable”, informa Reuters, y añade que el Primer Ministro de Japón respondió con “La liberación del … agua tratada es una tarea inevitable para el desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima Daiichi y la reconstrucción de la zona de Fukushima”.
Los medios de comunicación informaron el pasado octubre sobre los planes para el agua radiactiva de la central destruida, señalando que se diluiría antes de ser liberada en el océano. Informes anteriores de 2019 citaban al ministro de Medio Ambiente de Japón, Yoshiaki Harada, diciendo que el operador de la planta, Tepco, se estaba quedando sin espacio de almacenamiento para el agua.
“La única opción será drenarla en el mar y diluirla”, dijo el ministro Harada en septiembre de 2019.
A pesar de la ausencia de opciones viables, los grupos ecologistas y las organizaciones del sector pesquero se oponen a la liberación del líquido en el mar, incluso con las garantías de los científicos de que el riesgo de contaminación es bajo. El agua se diluirá para reducir la concentración de material radiactivo 40 veces, según algunos de los informes del año pasado. El vertido estaba previsto que comenzara en 2022.
Ya en 2018, los cálculos oficiales de la Nuclear Damage Compensation and Decommissioning Facilitation Corp cifraron el coste del desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima en unos 75.000 millones de dólares, lo que suponía una suma cuatro veces mayor que la estimación inicial de cuánto costaría poner fuera de servicio Fukushima.
La mitad del dinero se utilizará para hacer frente a la acumulación de agua radiactiva en el emplazamiento y para retirar el combustible radiactivo de las piscinas de combustible. Una pequeña cantidad de fondos se utilizará para investigar formas de retirar el combustible fundido de los reactores que resultaron dañados durante el desastre del tsunami de 2011.