Seúl. El líder norcoreano, Kim Jong-un, pareció distanciarse del plan para lanzar misiles cerca de la isla de Guam, una base aérea y naval estadounidense, pero advirtió que podría cambiar de opinión y que “es necesario que Estados Unidos tome la opción correcta”.
Kim “examinó el plan durante un largo tiempo” y “discutió” el tema con las autoridades militares durante una inspección al Comando de Fuerzas Estratégicas, que está a cargo del programa de misiles, indicó la agencia oficial KCNA.
Las autoridades militares de Corea del Norte advirtieron que a mediados de agosto podrían exponer a Kim un plan para atacar Guam.
La pequeña isla de Guam, en el Océano Pacífico, alberga dos grandes bases militares y más de 6.000 militares. Ubicada a 3.500 km de Corea del Norte, alberga a 162.000 personas y está equipada con un escudo antimisiles THAAD.
El líder norcoreano dijo que antes de dar ninguna orden “va ha seguir observando un poco más la ridícula y estúpida conducta de los ‘Yankees’”.
Pero advirtió que si Estados Unidos “persiste en sus acciones insensatas en la Península de Corea”, entonces Pyongyang va a actuar.
“Para apaciguar las tensiones y evitar un peligroso conflicto militar en la península de Corea, primero es necesario que Estados Unidos tome la opción correcta y que lo muestre mediante acciones”, dijo.
Kim añadió que Estados Unidos ya “ha incurrido en provocaciones tras haber introducido un inmenso equipamiento militar en los alrededores de la península”.