Jared Kushner, exasesor principal de la Casa Blanca, jugará un papel central en la política de Medio Oriente durante los próximos cuatro años. Aunque no ocupará un puesto formal en la administración de Trump, se espera que participe como asesor externo, según diplomáticos y aliados citados por CNN.
El viernes, fuentes cercanas a Kushner señalaron que es improbable que acepte un cargo en la administración. “Nadie en el equipo entrante tiene lo que Jared tiene, y eso es confianza. Jared se la ganó, no la tenía al principio”, afirmó un diplomático regional. Según un funcionario israelí, su papel sería más relevante que el de cualquier otra persona en la región.
Diplomáticos destacan los fuertes lazos de Kushner con Mohammed bin Salman, príncipe heredero saudí. Estos vínculos podrían facilitar contactos privados, afirmaron. Un diplomático comentó: “Puedo imaginar un mundo en el que Trump diga ‘¿puedes ir a reunirte con fulano?’”, sugiriendo que Kushner podría asumir misiones específicas.
Una fuente adicional indicó que Kushner está disponible para asesorar a los nuevos funcionarios en temas relacionados con Medio Oriente. También cree en la posibilidad de avanzar en los acuerdos de normalización entre Israel y los estados árabes. Además, se informó que varios nominados están leyendo sus memorias de 2022, Breaking History, para entender la dinámica regional.
Recientemente, el enviado especial de Trump para Irán en su primer mandato señaló que la nueva administración probablemente adoptará políticas similares en la región. Durante su presidencia anterior, Trump aplicó una política de “máxima presión” contra Irán, abandonó el acuerdo nuclear y promovió los Acuerdos de Abraham entre Israel y varios países musulmanes.
Según Brian Hook, el plan de paz de Trump —el llamado “acuerdo del siglo”— podría volver a plantearse. Sin embargo, la solución de dos Estados parece menos viable tras los ataques de Hamás en octubre de 2020 y la posterior guerra en Gaza. Este plan, elaborado por Kushner, proponía anexar asentamientos en Judea y Samaria mientras ofrecía a los palestinos una vía hacia un estado limitado.
Aunque el plan fue rechazado por la Autoridad Palestina, Benjamin Netanyahu lo recibió con reservas.