Corea del Sur declaró el miércoles que la crisis alimentaria en Corea del Norte parece haberse agravado, ya que un periódico afirmó que Corea del Norte ha reducido los suministros militares por primera vez en más de 20 años.
Según el Ministerio de Unificación surcoreano, Corea del Norte ha admitido de hecho la grave escasez de alimentos que sufre el país después de que los medios de comunicación estatales informaran este mes de planes para celebrar una conferencia “urgente” del partido gobernante sobre agricultura.
El ministerio surcoreano de Unificación, que gestiona los contactos con Corea del Norte, emitió un comunicado en el que afirmaba que “su situación alimentaria parece haberse deteriorado”.
Desde la década de 1990, Corea del Norte ha sufrido una grave escasez de alimentos, incluso hambrunas, a menudo como consecuencia de calamidades naturales como inundaciones que arruinaban las cosechas.
La remota nación está sometida a severas sanciones internacionales por su desarrollo de misiles balísticos y armas nucleares, y en los últimos años, los bloqueos autoimpuestos para frenar el COVID-19 han eliminado prácticamente su escaso comercio fronterizo.
El periódico surcoreano DongA Ilbo informó el miércoles de que Corea del Norte había reducido la ración diaria de alimentos que proporciona a sus soldados.
El Ministerio de Unificación declaró que, aunque tanto él como otras agencias estaban pendientes de la situación, no podía autentificar algunas partes del informe de los medios de comunicación.
El Partido de los Trabajadores de Corea ha programado una reunión del Comité Central del partido para finales de febrero con el fin de abordar la “muy importante y urgente tarea de establecer la estrategia correcta para el desarrollo de la agricultura”, según un informe de la agencia de noticias estatal norcoreana KCNA del 6 de febrero.
Según el Ministerio de Unificación surcoreano, no es habitual que Corea del Norte organice una conferencia de este tipo.
La organización de vigilancia 38 North, con sede en Estados Unidos, declaró el mes pasado que “es probable que la disponibilidad de alimentos en Corea del Norte haya descendido por debajo del mínimo básico en relación con las necesidades humanas”, y que la inseguridad alimentaria se encuentra en su nivel más alto desde las hambrunas de la década de 1990.
Kwon Young-se, ministro surcoreano de Unificación, sugirió que las recientes afirmaciones de los medios de comunicación norcoreanos sobre la asistencia de la hija del líder Kim Jong Un a actos estatales podrían tener como objetivo promover la unificación y reforzar la lealtad a la familia gobernante en medio de la escalada de la crisis humanitaria.