Desde que la variante Ómicron comenzó a arrasar los Estados Unidos en diciembre, la esperanza de muchos expertos era que se consumiera rápidamente, alcanzara un pico y luego disminuyera, sin causar picos de muertes ni una gran presión sobre los sistemas hospitalarios del país.
El jurado sigue sin pronunciarse, pero ahora hay indicios de que la ola de Ómicron ya está empezando a declinar, al menos en algunas partes del país.
El boletín matutino del New York Times señaló algunas buenas noticias recientes sobre la pandemia, que parece estar siguiendo el patrón de los países donde Ómicron apareció antes, como Sudáfrica y el Reino Unido.
“Los nuevos casos de Covid-19 están cayendo en picado en una lista creciente de lugares. El porcentaje de casos que causan enfermedades graves es mucho menor que con la variante Delta. Y las vacunas -sobre todo después de una vacuna de refuerzo- siguen siendo extremadamente eficaces para prevenir la hospitalización y la muerte”, afirmó el Times.
El artículo añadía que el número de casos ha descendido, especialmente en el noreste. Estados como Connecticut, Maryland, Nueva Jersey y Nueva York han registrado un descenso del 30% de los nuevos casos en la última semana, y estados como Colorado, Florida, Georgia, Massachusetts y Pensilvania también han registrado un descenso del 10% de los nuevos casos.
Aun así, el retraso de las muertes por Covid-19 indica que es probable que las muertes aumenten en las próximas semanas, según informó esta semana Associated Press. Ese análisis predijo que “entre 50.000 y 300.000 estadounidenses más podrían morir para cuando la ola disminuya a mediados de marzo”. Según el informe, se prevé que esa ola de nuevas muertes llegue a su punto álgido a finales de enero o principios de febrero.
Aunque Ómicron provoca, por término medio, una enfermedad más leve que Delta y otras variantes anteriores, es probable que la gran cantidad de nuevos casos provoque muchas muertes.
“Mucha gente va a seguir muriendo debido a lo transmisible que ha sido Ómicron”, dijo a la AP el epidemiólogo de la Universidad del Sur de Florida Jason Salemi. “Lamentablemente va a empeorar antes de mejorar”.
Mientras tanto, FiveThirtyEight analizó esta semana un tema que ha surgido ocasionalmente a lo largo de la pandemia: la inmunidad natural.
Sigue siendo una incógnita si los que se han recuperado del Covid-19 causado por Ómicron desarrollarán inmunidad a otras variantes futuras del virus. El Dr. Anthony Fauci ha dicho que es demasiado pronto para saberlo, al igual que otros expertos.
“Hay una conclusión importante de toda la investigación previa a Ómicron: La inmunidad inducida por la infección y la inducida por la vacuna son bastante similares. En general, los estudios han descubierto que la eficacia de la inmunidad inducida por la infección es más o menos la misma que la que se obtendría con una vacuna de ARNm de dos dosis, y a veces más”, señala el sitio web. Sin embargo, queda por ver si la inmunidad de Ómicron funcionará de la misma manera.