La propuesta de ley de la UE respalda la regulación de la inteligencia artificial, como el sistema ChatGPT, y busca establecer estándares globales
La UE avanza hacia la aprobación de una ley que sentará las bases de la regulación de la inteligencia artificial a nivel global. Esta propuesta de ley, respaldada por los legisladores de la UE, busca establecer estándares y normas para la utilización de la inteligencia artificial, incluyendo sistemas como el ChatGPT. Aunque la propuesta fue presentada en 2021, ha cobrado mayor relevancia con los avances rápidos de la IA y los posibles riesgos asociados.
La empresa OpenAI, creadora del ChatGPT, ha advertido sobre la posibilidad de retirarse de la UE dependiendo del contenido de la legislación, lo que refleja las preocupaciones de las grandes empresas tecnológicas.
El impacto de la inteligencia artificial y las preocupaciones en torno a su regulación
La inteligencia artificial tiene el potencial de transformar áreas como el trabajo, la salud y la creatividad, lo que ha llevado a defensores a destacar sus beneficios. Sin embargo, también existen preocupaciones sobre su capacidad para socavar la democracia y los posibles riesgos que puede conllevar.
La IA ha demostrado su capacidad en diversas áreas, como la creación de música o su aplicación en negocios, derecho y medicina. Estos avances han despertado la necesidad de regular su uso de manera responsable.
Los pasos hacia la aprobación de la ley y los desafíos que enfrenta
Después de meses de discusiones, los legisladores de la UE votaron abrumadoramente a favor de iniciar las negociaciones con los países miembros del bloque. Estas conversaciones se iniciarán en breve y se espera que la ley definitiva sea aprobada a finales de este año.
La legislación propuesta busca regular la IA en función del nivel de riesgo que representa para los derechos y la salud de las personas. Bruselas se muestra particularmente preocupada por los deepfakes y el uso de la tecnología para difundir desinformación.
El texto propuesto por el Parlamento difiere del presentado por la Comisión Europea en 2021. Los legisladores propusieron prohibir ciertos sistemas de IA, mientras que la Comisión desea permitir su uso en circunstancias excepcionales para combatir la delincuencia y el terrorismo.
Requisitos especiales para los sistemas de IA generativa y otros aspectos destacados de la propuesta de ley
La propuesta de ley también establece requisitos especiales para los sistemas de IA generativa, como el ChatGPT, que son capaces de generar contenido. Estos requisitos incluyen informar a los usuarios de que el contenido ha sido producido por una máquina y no por un humano.
La legislación propuesta también aborda otros aspectos, como la inclus ión de la IA en infraestructuras críticas, educación, recursos humanos, orden público y gestión de la migración. Se espera que las prohibiciones y la regulación de la IA generativa sean temas dominantes en las conversaciones de negociación.
Las implicaciones y los desafíos futuros
Si bien la aprobación de esta ley marcaría un hito en la regulación de la inteligencia artificial, su entrada en vigor no ocurriría antes de 2026 como muy pronto. Además, se requeriría un pacto provisional voluntario entre la UE y las empresas tecnológicas. La CCIA, un grupo de presión de la industria tecnológica, ha advertido que algunas de las regulaciones propuestas podrían frenar la innovación.
La Unión Europea espera liderar el diálogo global sobre la regulación de la IA con esta propuesta de ley. A medida que los legisladores negocian y se acercan a un acuerdo, se espera que los debates sobre la regulación y el impacto de la inteligencia artificial continúen.
En definitiva, la Unión Europea está dando pasos hacia la aprobación de una ley pionera en la regulación de la inteligencia artificial, como el sistema ChatGPT. La propuesta busca establecer estándares globales y abordar las preocupaciones en torno al uso responsable de la IA. Sin embargo, los desafíos y debates persisten a medida que los legisladores trabajan para finalizar la legislación y garantizar un equilibrio entre la innovación y la protección de los derechos y la seguridad de las personas.