Ucrania y sus aliados occidentales han intensificado sus esfuerzos diplomáticos para advertir a Rusia de que no lance un nuevo ataque militar contra Ucrania, explicando las consecuencias de hacerlo, dijo el viernes el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba.
A su regreso de un viaje a Washington, Kuleba acusó a Rusia de librar una “guerra híbrida” contra Europa y dijo que las huellas dactilares de Moscú también estaban en una crisis de migrantes que se desarrolla en la frontera de la Unión Europea y el aliado de Rusia, Bielorrusia.
Kuleba celebró una reunión informativa después de que Estados Unidos y sus aliados europeos expresaran su preocupación por el movimiento de tropas y equipos rusos cerca de las fronteras de Ucrania en las últimas semanas, tras un aumento anterior de tropas en primavera.
Rusia ha desestimado las preocupaciones sobre sus actividades militares por considerarlas incendiarias y, en cambio, ha culpado a Ucrania y a Estados Unidos de tener un comportamiento desestabilizador.
Kuleba también dijo que las empresas ucranianas habían firmado acuerdos para suministrar motores para aviones no tripulados de fabricación turca, como parte de los esfuerzos de Kiev para fortalecer sus propias capacidades defensivas.
“En las últimas dos semanas ha habido mucha diplomacia, incluida la diplomacia itinerante entre Kiev, Washington, las principales capitales europeas y Moscú”, dijo Kuleba.
“Se trata de una vía política en la que se comunican ciertas posiciones con Rusia y se discuten las consecuencias para ésta si recurre a una nueva ola de agresiones contra nuestro Estado”.
Kuleba dijo que se reuniría con funcionarios de la OTAN y de la Unión Europea en un viaje a Bruselas el lunes. Estados Unidos ha informado a sus aliados europeos en Bruselas sobre los movimientos de las tropas rusas, dijeron dos diplomáticos europeos.
Las relaciones entre Occidente y Moscú se desplomaron a mínimos posteriores a la Guerra Fría tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y el estallido de la guerra entre las tropas ucranianas y las fuerzas respaldadas por Rusia que, según Kiev, ha matado a 14.000 personas.
Ucrania ha adquirido sofisticados drones turcos y el mes pasado los desplegó por primera vez en el conflicto del este de Ucrania, lo que enfureció a Rusia.
La UE acusa a Bielorrusia de haber creado una crisis en su frontera al animar a miles de inmigrantes procedentes de zonas devastadas por la guerra a cruzar a los países de la UE a través de Bielorrusia. Bielorrusia niega haberlo hecho y Rusia también ha negado haber desempeñado ningún papel.
“Convengamos en que ahora no hay una crisis migratoria en Bielorrusia: hay una guerra híbrida entre Rusia y Europa”, dijo Kuleba.
“El deseo de Moscú es crear problemas y obligar al resto del mundo a resolverlos”.