MADRID, España (AFP) – Los bomberos se esforzaron el domingo por contener los incendios forestales que arrasan el suroeste de Europa, mientras la ola de calor no da señales de remitir, y Gran Bretaña se dispone a batir nuevos récords de temperatura esta semana.
Los incendios que asolan Francia, Grecia, Portugal y España han destruido miles de hectáreas de terreno, han obligado a cientos de personas a abandonar sus hogares y han matado a varios miembros del personal de emergencia desde la semana pasada.
Se trata de la segunda ola de calor que afecta a partes del suroeste de Europa en semanas. Los científicos lo achacan al cambio climático y prevén episodios más frecuentes e intensos de condiciones meteorológicas extremas, como olas de calor y sequías.
Los bomberos de la región de la Gironda, en el suroeste de Francia, luchan por controlar dos incendios forestales que han devorado casi 11.000 hectáreas desde el martes.
Los incendios forestales han obligado a desalojar a más de 14.000 personas, entre residentes y turistas. Se han habilitado siete refugios de emergencia para acoger a los evacuados.
Meteo France pronosticó temperaturas de hasta 40 grados Celsius (104 grados Fahrenheit) en partes del sur de Francia el domingo, y se esperan nuevos récords de calor el lunes. “El calor se está intensificando. La ola de calor se está extendiendo por todo el país”, dijo la oficina meteorológica.
Francia colocó el domingo 37 departamentos, principalmente en su costa atlántica, en alerta naranja máxima.
Las autoridades de los Alpes franceses instaron a los escaladores que se dirigían al Mont Blanc, la montaña más alta de Europa, a posponer su viaje debido a los repetidos desprendimientos de rocas provocados por las “condiciones climáticas excepcionales” y la “sequía”.
El llamamiento se produce después de que una sección del mayor glaciar alpino de Italia cediera a principios de mes, causando la muerte de 11 personas, un desastre que las autoridades atribuyeron al cambio climático.
Las autoridades españolas informaron de una veintena de incendios forestales que siguen fuera de control en distintas partes del país, desde el sur hasta Galicia, en el extremo noroeste, donde las llamas han destruido unas 4.500 hectáreas de terreno.
Otro incendio que arde en la sierra de Mijas, en el interior de la ciudad costera de Málaga, ha destruido hasta ahora unas 2.000 hectáreas de terreno, según las autoridades locales.
El incendio obligó a evacuar a algo más de 3.000 personas, pero desde entonces se ha permitido a unas 2.000 regresar a sus hogares.
“No hemos dejado de trabajar en toda la noche”, dijo la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, a la televisión pública española sobre los esfuerzos para sofocar las llamas.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pronosticó para el domingo temperaturas “significativamente altas” en la mayor parte de la península y en las Islas Baleares, en el Mediterráneo.
Se esperaba que el mercurio alcanzara los 42°C en la ciudad norteña de Logroño y los 40°C en Madrid y la ciudad sureña de Sevilla.
Un limpiador de calles de 60 años en Madrid murió el sábado tras sufrir un golpe de calor el día anterior mientras trabajaba, dijeron las autoridades locales.
La lucha contra las llamas también se ha cobrado la vida de varios miembros del personal de emergencias, entre ellos un piloto que murió al estrellarse su avión en el norte de Portugal y dos que fallecieron en Grecia al caer su helicóptero al mar.
En Portugal, casi todo el país seguía en alerta máxima por los incendios forestales a pesar de un ligero descenso de las temperaturas, después de haber alcanzado el jueves los 47°C -un récord para el mes de julio-.
Sólo un incendio importante ardía el domingo en el norte.
El gobierno de Lisboa iba a decidir el domingo si prolongaba el estado de contingencia durante una semana.
En Grecia, el servicio de defensa civil había controlado un incendio forestal que arrasaba la isla mediterránea de Creta desde el viernes.
En el Reino Unido, la oficina meteorológica emitió por primera vez una alerta “roja” por calor extremo, advirtiendo que había “riesgo para la vida”.
La Oficina Meteorológica dijo que las temperaturas en el sur de Inglaterra podrían superar los 40°C el lunes o el martes por primera vez, lo que llevó a algunas escuelas a decir que permanecerían cerradas la próxima semana.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, aconsejó a los habitantes de la capital que utilizaran el transporte público sólo si era “absolutamente necesario”. Los operadores de trenes nacionales también advirtieron a los pasajeros que evitaran viajar.