Las protestas a nivel nacional contra la dictadura comunista en Cuba no tienen precedentes en cuanto a tamaño, duración y alcance. En el pasado se produjeron protestas más pequeñas, seguidas de supresión. Entre los cánticos de “¡Libertad!” y “¡No tenemos miedo!” también estaba “¡Patria y vida!”. Este último se originó en un vídeo de rap que ha sido como una bofetada a los comunistas (pensemos en la canción de rap “No Lives Matter” de Tom MacDonald en este país).
Creo que hay dos razones por las que esta vez las protestas han sido mucho más peligrosas para el gobierno. Primero, el culto a la personalidad que gira en torno a Fidel Castro se ha erosionado desde su muerte en 2016. En segundo lugar, y mucho más importante, se ha cerrado la válvula de seguridad.
Anteriormente, cada vez que las condiciones de vida se volvían insoportables en Cuba, los comunistas permitían a los cubanos lanzarse a alta mar para escapar de las condiciones opresivas. Irónicamente, Miami era la válvula de presión del régimen. Estados Unidos siempre los había acogido incondicionalmente. Ya no. Hace unos años, la política de Estados Unidos cambió oficialmente.
Es algo parecido a lo que ocurrió en 1956, cuando la revuelta húngara fue aplastada por los tanques rusos; a los combatientes húngaros se les permitió escapar a Austria para que los comunistas de Hungría pudieran descansar fácilmente. Sin embargo, Joe Biden ha anunciado que no se permitirá la entrada de cubanos en el país (como los cubanos han experimentado el comunismo, tienden a votar en contra de los demócratas).
¿Qué tan mal está la situación en Cuba? Mira estos vídeos. La reacción al ver toda la comida en un supermercado es común entre las personas que dejan atrás el comunismo.
Pero, según muchos intelectuales occidentales, los cubanos bajo los talones de los Castro nunca lo han tenido tan bien (Raymond Aron, un filósofo francés, señaló que el marxismo es el opio del intelectual). Durante años y hasta ahora, los cubano-americanos han tenido que soportar la propaganda que los izquierdistas han estado lanzando en libros, televisión, periódicos y películas. Ha sido como echarle sal a una herida abierta.
Sigue siendo común que personas que no hablan una palabra de español, que nunca han visitado Cuba antes de la revolución y que no saben nada de la geografía, la historia o la literatura de Cuba, discutan con los cubanos y les digan que están equivocados sobre Castro y el comunismo. ¿Qué tan ignorantes son? Son tan ignorantes que una de las películas de propaganda de Hollywood (“La Habana”) protagonizada por Robert Redford y dirigida por Sydney Pollack tenía a Batista -que era un hombre negro- representado como una rubia blanca. La película también presentaba a Estados Unidos como la entidad malvada que apoyaba a Batista, aunque en realidad, Estados Unidos había impuesto un embargo de armas al gobierno.
Sólo los izquierdistas con una ignorancia tan colosal de los hechos históricos pueden trabajar en Hollywood. Otras películas de propaganda pro-cubana fueron “Cuba”, “Diarios de motocicleta”, “Che” y más “Che”.
Los defensores y la propaganda a favor de la dictadura comunista siguen presentes. Un ejemplo es el senador “socialista demócrata” de Vermont, Bernie Sanders, que nunca ha conocido una dictadura comunista que no le haya gustado. Sanders, junto con la representante Alexandria Occasio-Cortez (demócrata de Nueva York), han pedido públicamente el fin del embargo, ya que es obvio para ellos que es el embargo por el que protesta el pueblo cubano. Eso y la falta de vacunas para el COVID-19. Y todo es culpa de Estados Unidos. Otros izquierdistas repiten la misma línea, como han hecho durante décadas. Black Lives Matter ha salido en apoyo del régimen comunista, lo que es interesante, teniendo en cuenta el racismo apoyado por los comunistas contra los negros en Cuba.
Los cubanos que viven en Estados Unidos han salido a decir que estos izquierdistas no saben de lo que hablan, están equivocados. Los cubanos en la isla pedían “¡Libertad!” no “¡Vacunas!” o “¡Fin del embargo!”.
Algo que no saben los apologistas como Sanders, Ocasio-Cortez, Nikole Hannah-Jones, y otros izquierdistas de poca monta, es que, en primer lugar, no hay ningún embargo de Estados Unidos sobre alimentos o medicinas. Además, durante el gobierno de Obama, los funcionarios estadounidenses extendieron ofertas a Raúl Castro para poner fin al embargo. La dictadura se negó. La dictadura siempre ha necesitado el embargo como excusa para ofrecer al pueblo y a los simpatizantes del régimen las penurias de las que es responsable, al igual que necesita a los estadounidenses como chivos expiatorios. El gobierno no quiere que se levante el embargo de Estados Unidos, nunca.
¿Veremos pronto el derrocamiento de la dictadura comunista en Cuba? Lo único que se le da bien al gobierno es la represión. Eso es lo que mejor sabe hacer (fíjense en que las fuerzas de seguridad se mueven en coches de última generación mientras el pueblo cubano se mueve en cacharros de los años 50). Está por ver si esta vez seguirá teniendo éxito con la válvula de seguridad rota. Podemos esperar.
Reconozco que soy un poco pesimista al respecto. Después de todo, los cubanos fueron los últimos de los hispanoamericanos en abolir la esclavitud (1886) y los últimos en independizarse de España (1898), y eso solo gracias a la ayuda de Estados Unidos. Entonces, ¿en cuanto a derrocar a los comunistas? Sólo podemos esperar.