Si se desencadena un conflicto en el territorio de Bielorrusia, la OTAN y Rusia se verán involucradas en él, declaró el autoproclamado presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, en una entrevista con la BBC, parte de la cual fue publicada por la agencia estatal bielorrusa BelTA .
Según Lukashenko, Occidente aún no ha pagado al pueblo bielorruso las pérdidas que sufrió en la Segunda Guerra Mundial, pero ya está intentando desencadenar una nueva guerra.
“Entienden que si desencadenan una guerra aquí en Bielorrusia, la OTAN se verá arrastrada y Rusia también. Se trata de una guerra nuclear”, dijo Lukashenko.
También aseguró que Bielorrusia siempre ha intentado vivir en paz con los países vecinos. “¿He organizado alguna pelea con polacos, letones, lituanos o ucranianos en la frontera? Nunca. Aquí [en el Palacio de la Independencia] se celebró la cumbre de los Cuatro de Normandía sobre Ucrania, y aquí se detuvo la guerra. Lo hicimos todo”, subrayó Lukashenko.
La crisis de los inmigrantes en la frontera de los países de la UE y Bielorrusia comenzó después de que la Unión Europea introdujera sanciones contra Minsk por el aterrizaje forzoso del avión de Ryanair con el ex redactor jefe del canal de Telegram Nexta Roman Protasevich a bordo. Lukashenko dijo entonces que Bielorrusia dejaría de ayudar a los países de la UE a controlar la inmigración ilegal en sus fronteras.
Las autoridades polacas acusaron a la parte bielorrusa de crear la crisis migratoria. Polonia y Lituania han impuesto el estado de emergencia debido al creciente flujo de refugiados. Las autoridades lituanas decidieron iniciar la construcción de un muro en la frontera con Bielorrusia. Letonia también anunció el refuerzo de los controles fronterizos.
En octubre, Lukashenko, respondiendo a una pregunta de la CNN sobre si utilizaba a los migrantes como venganza por las sanciones de la UE, dijo que “sólo los débiles pueden vengarse”: “Perdón por la inmodestia, no me considero un débil. Y no considero necesario vengarme de la Unión Europea”.
Desde agosto, Lituania ha iniciado la deportación de inmigrantes ilegales.