El dictador Nicolás Maduro anunció el lunes el inicio de las celebraciones navideñas en Venezuela, lo que significa que las festividades durarán alrededor de 60 días.
En un discurso transmitido por la televisión estatal, Maduro dijo que su régimen esperaba “invocar el espíritu del Niño Jesús” durante toda la temporada navideña.
“Este es un mes de paz, un mes de amor y queremos invocar el espíritu del niño Jesús, el espíritu de la Navidad, el espíritu de Dios, para que bendiga a nuestro país en estos 60 días que quedan hasta el 2019”, dijo Maduro.
“Nadie nos va a quitar la paz y la felicidad después de un año increíble en el que hemos demostrado que podemos superar cualquier desafío”, dijo Maduro en un vídeo publicado en su cuenta oficial de Twitter.
Vamos a disfrutar este mes de noviembre con gaitas, con bailes, y luego el hermoso mes de diciembre con la familia, para que podamos dar la bienvenida al 2020 con esperanza y ganas de trabajar y avanzar en la patria.
Extiendo mis manos en este inicio del espíritu navideño a todos los venezolanos, y espero continuar el diálogo para lograr un acuerdo de paz que garantice la estabilidad de nuestro país, que abra las puertas a la recuperación, a la prosperidad y a la felicidad.
Maduro también anunció, según La Voz, el adelanto de varias bonificaciones navideñas para los trabajadores públicos, la mayoría de las cuales ascenderán a solo un par de dólares.
El régimen de Maduro ha prolongado repetidamente la temporada navideña en un intento de distraer la atención de la crisis económica y humanitaria del país, estableciendo una historia de adoctrinamiento y opresión durante los dos últimos meses del año.
El régimen ha empleado durante mucho tiempo una variedad de métodos ilegales para promover las festividades navideñas patrocinadas por el Estado. Uno de sus métodos más conocidos fue la incautación de casi cuatro millones de juguetes a empresas privadas y la detención de dos ejecutivos de la empresa acusados de promover la especulación de precios.
Otros métodos incluyen la producción y posterior publicación de villancicos anticapitalistas que instan a las empresas a bajar los precios de los productos, la introducción de una “Barbie socialista” vendida a la décima parte de su valor minorista, y la amenaza de arrestar a los empresarios que se nieguen a bajar sus precios durante la temporada de fiestas.
Maduro también ha acusado anteriormente a la oposición de ser el “Grinch que intenta robar la Navidad” después de que sugirieran que la economía del país, que está colapsando, no se vea presionada por semanas de festivales navideños patrocinados por el gobierno.