El dictador venezolano, Nicolás Maduro, culpó el miércoles a los “desesperados” Estados Unidos por un importante corte de energía que afectó el lunes a gran parte del país asolado por la crisis.
El apagón dejó el caos en las calles de la capital, Caracas, cuando los semáforos perdieron energía, mientras que muchas personas se vieron obligadas a caminar a casa desde el trabajo porque el metro había dejado de funcionar.
El apagón, en un país que sufre regularmente cortes de electricidad, exacerbó los problemas que enfrenta la población venezolana, incluyendo la escasez de artículos de primera necesidad y la falta de servicios públicos.
Hablando en la apertura de los ejercicios militares que durarán hasta finales del próximo mes, Maduro dijo que el apagón fue causado por un “ataque electromagnético de alta tecnología”.
“El imperialismo norteamericano está desesperado por sus derrotas en Venezuela”, dijo Maduro en un discurso transmitido por radio y televisión.
El poder había sido restaurado en gran parte de Venezuela el martes, según el gobierno, aunque el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, lo negó, diciendo que 16 de los 23 Estados del país todavía estaban enfrentando al menos un apagón parcial.
“Han destruido el sistema eléctrico y no tienen ninguna respuesta”, dijo Guaido, quien es reconocido como presidente interino por más de 50 países, entre ellos Estados Unidos.
El gobierno culpó de sabotaje a una planta hidroeléctrica que proporciona 80 por ciento de la energía del país por el incidente del lunes.
Esa fue la misma excusa que se dio en marzo cuando otro apagón masivo a nivel nacional dejó al país, rico en petróleo, pero sin dinero, en la oscuridad durante una semana.
Tanto entonces como ahora, el gobierno de Maduro culpó a Washington y a la oposición.
Maduro dijo que el sistema eléctrico ha sufrido “docenas de ataques” en los últimos cuatro meses.
Los expertos dicen que la falta de inversiones, la mala gestión, la emigración de ingenieros y personal cualificado y la corrupción son los culpables más probables de las interrupciones regulares.