El ex jefe de los servicios de inteligencia de Venezuela, Hugo Carvajal, han confirmado que existen fuertes lazos entre la administración del dictador Nicolás Maduro y el grupo terrorista Hezbolá, así como una corrupción generalizada y actividades relacionadas con las drogas, según ha informado el New York Times.
Las nefastas actividades fueron dirigidas por el propio Maduro, así como por el ministro del Interior, Néstor Reverol, y el ex vicepresidente Tareck El Aissami, según informa el Jerusalén Post. Supuestamente, aquellos que debían combatir el narcotráfico estaban involucrados en el tráfico de drogas, dijo Carvajal.
“El Aissami no solo era un capo de la droga, dijo Carvajal, sino que también tenía conexiones con Hezbolá, e intentó organizar a terroristas de Hezbolá para que trabajaran con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a través de Venezuela”, según el Post. “En una reunión que tuvo lugar en 2009, los terroristas de Hezbolá se reunieron con El Aissami y Carvajal en Siria y les regalaron a los dos representantes del Estado venezolano tres rifles de asalto. En la reunión participó el diplomático venezolano Ghazi Nasr al-Din, que estaba en Siria en ese momento”
Como sucede eventualmente en todos los regímenes socialistas, la violencia se ha vuelto desenfrenada. “Soldados venezolanos abrieron fuego el viernes contra miembros de una comunidad indígena pemé que intentaba impedir que un convoy bloqueara la entrega de ayuda humanitaria en el país devastado por la crisis, matando a una mujer e hiriendo a más de una docena”, informa Bloomberg. “La tribu tomó represalias llevando prisioneros a soldados en el enfrentamiento en la remota región de la Gran Sabana, cerca de la frontera con Brasil”.
El 29 de mayo del año pasado, una junta de expertos independientes designados por la Organización de los Estados Americanos publicó un informe de 400 páginas en el que se afirmaba que Maduro era el presunto líder de los crímenes contra la humanidad en Venezuela, supuestamente utilizando el autoritarismo para mantener el poder en el país.
La Junta concluyó que Maduro fue “responsable de decenas de asesinatos, miles de ejecuciones extrajudiciales, más de 12.000 casos de detenciones arbitrarias, más de 290 casos de tortura, ataques contra el poder judicial y una ‘crisis humanitaria sancionada por el Estado’ que afectó a cientos de miles de personas”.
Bajo las presidencias de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, las acusaciones de antisemitismo crecieron tras las acciones y declaraciones del gobierno venezolano, al tiempo que se producían incidentes públicos. El gobierno bolivariano también usaría las palabras “judío” y “sionista” indistintamente para evitar acusaciones de antisemitismo. La población judía también disminuyó rápidamente bajo el gobierno bolivariano, según el Algemeiner, con una población estimada de 22.000 habitantes en 1999 y de menos de 7.000 en 2015.