A quién reconoce Gran Bretaña como presidente de Venezuela; ¿al controvertido titular Nicolás Maduro o a su rival respaldado por Occidente, Juan Guaidó? ¿Y por qué esta pregunta es tan importante para el Banco de Inglaterra?
En el transcurso de los próximos cuatro días, el alto tribunal de Londres tendrá que decidir.
En un caso extraordinario que tendrá profundas consecuencias económicas, políticas y sociales para el empobrecido país sudamericano, el Banco Central de Venezuela (BCV) busca una orden que obligue al BoE a liberar 1.000 millones de dólares de su oro.
El BCV, que ha depositado unos 1.800 millones de dólares de oro en el Banco Central de Venezuela para su custodia, dice ahora que quiere que la mayor parte se venda y que los fondos se transfieran directamente al programa de desarrollo de las Naciones Unidas para combatir la pandemia Covid-19 del país.
Pero el BoE ha cuestionado si los actuales funcionarios de Venezuela tienen la autoridad para hacer tal petición.
Su negativa a conceder la demanda sigue a las intervenciones de Guaidó, que ha nombrado su propio consejo de administración alternativo ad hoc del BCV.
Los abogados que actúan en nombre de la junta ad hoc insisten en que no corresponde al BCV decidir cómo se debe gastar el dinero de la venta de oro. Esa decisión, dicen, está en manos de la legislatura del país.
El Banco de Inglaterra ha sido presentado como un lacayo de la política exterior de los EE.UU. por los abogados del BCV en el período previo al caso.
“Esta es una emergencia humanitaria”, dijo Sarosh Zaiwalla, que representa al banco venezolano. “La continua intransigencia del Banco de Inglaterra está poniendo vidas en riesgo”.
Añadió: “A Venezuela se le ha negado el acceso a sus recursos durante una crisis internacional. En efecto, las reservas de oro de la nación en el BoE están siendo rehenes de factores políticos dictados por la política exterior de los Estados Unidos y algunos de sus aliados”.
Pero los abogados del comité ad hoc de Guaidó cuestionan la prisa con la que el BCV intenta resolver el asunto.
En un escrito obtenido por el Observer, afirman que “la información más básica, como por ejemplo si la junta de Maduro tiene un comprador en fila para el oro, aún no ha sido aclarada. El plazo para resolver las cuestiones operacionales sigue sin estar claro”.
Los representantes del BCV argumentarán que el gobierno del Reino Unido no ha reconocido formalmente a Guaidó como jefe de Estado o jefe de gobierno en Venezuela.
Sin embargo, en febrero de 2019 el entonces secretario de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, declaró que el Reino Unido reconoció a Guaidó como presidente interino constitucional.
Maduro todavía controla los ministerios, los tribunales y las fuerzas armadas de Venezuela. Guaidó está respaldado por Washington y más de 50 países.
El fallo del tribunal superior, que se espera para finales de julio, podría ayudar a determinar quién controla unos 5.000 millones de dólares de fondos venezolanos congelados en cuentas bancarias extranjeras.