El jefe del Estado Islámico en Irak y Siria murió en una operación llevada a cabo por el servicio de inteligencia iraquí en coordinación con la coalición liderada por Estados Unidos, informó el primer ministro de Irak el viernes.
Mohammed Shia al-Sudani destacó el logro en un comunicado difundido en X, señalando que Irak sigue obteniendo importantes victorias contra el terrorismo. La víctima, Abdallah Maki Mosleh al-Rifai, conocido como “Abu Khadija”, ocupaba el puesto de “califa adjunto” dentro del grupo y era considerado una de las mayores amenazas en la región.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó la noticia en su plataforma Truth Social. Según sus palabras, el líder de ISIS fue “perseguido implacablemente” hasta su eliminación, en una acción conjunta con el gobierno iraquí y el gobierno regional kurdo. Trump destacó su mensaje con la frase: “¡PAZ A TRAVÉS DE LA FUERZA!”.
Fuentes de seguridad informaron que el operativo se ejecutó mediante un ataque aéreo en la provincia de Anbar, al oeste de Irak. Un funcionario precisó que ocurrió el jueves por la noche, aunque la muerte de al-Rifai fue verificada el viernes. Ambos hablaron bajo anonimato al no estar autorizados a comentar públicamente.
CENTCOM Forces Kill ISIS Chief of Global Operations Who Also Served as ISIS #2
— U.S. Central Command (@CENTCOM) March 15, 2025
On March 13, U.S. Central Command forces, in cooperation with Iraqi Intelligence and Security Forces, conducted a precision airstrike in Al Anbar Province, Iraq, that killed the Global ISIS #2 leader,… pic.twitter.com/rWeEoUY7Lw
El anuncio coincidió con la visita del ministro de Relaciones Exteriores sirio a Irak, donde ambos países reafirmaron su compromiso de combatir a ISIS. Durante una conferencia de prensa, el canciller iraquí, Fouad Hussein, destacó los desafíos compartidos por ambas naciones y el impacto del grupo terrorista en la región.
Hussein mencionó una reciente reunión en Ammán entre Siria, Irak, Turquía, Jordania y Líbano, en la que se acordó la creación de una sala de operaciones conjunta para enfrentar la amenaza de ISIS. Se espera que esta estructura comience a funcionar en breve.
La relación entre Irak y Siria ha sido compleja desde la caída de Bashar al-Assad. Al-Sudani asumió el poder con el respaldo de facciones aliadas de Irán, país que fue un fuerte apoyo del gobierno sirio en el pasado. Por su parte, el presidente interino de Siria, Ahmad al-Sharaa, anteriormente conocido como Abu Mohammed al-Golani, tiene un historial de militancia en al-Qaeda en Irak antes de combatir contra el régimen de Assad.
El ministro sirio de Relaciones Exteriores interino, Asaad Hassan al-Shibani, destacó la conexión histórica entre ambos países, subrayando que Bagdad y Damasco han compartido siglos de intercambio cultural, económico y político. Reforzar la cooperación bilateral, sostuvo, contribuirá a la estabilidad regional y reducirá la dependencia de potencias extranjeras.
El operativo contra el líder de ISIS ocurre en un contexto de preocupación por un posible resurgimiento del grupo tras la caída de Assad en Siria. Aunque las nuevas autoridades sirias, encabezadas por Hayat Tahrir al-Sham, han combatido células del Estado Islámico, existe el temor de que el colapso de la seguridad en la región facilite su reaparición.
Estados Unidos e Irak firmaron el año pasado un acuerdo para reducir la presencia militar de la coalición en Irak, con la retirada de tropas programada para septiembre de 2025. Cuando se tomó esa decisión, el liderazgo iraquí aseguraba que la amenaza de ISIS estaba bajo control y que ya no era necesaria la intervención estadounidense. Sin embargo, la inestabilidad provocada por la caída de Assad ha llevado a reconsiderar esa postura, especialmente entre los miembros del Marco de Coordinación, la coalición chií aliada de Irán que impulsó la llegada al poder de al-Sudani en 2022.